El Jardín Botánico acoge el proyecto 'Urbanfun Experiment'

Redacción
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La novedosa iniciativa permitirá evaluar los impactos del cambio climático y el manejo urbano sobre la biodiversidad y los servicios ecosistémicos de las zonas verdes urbanas

Pablo Ferrandis y Amparo Torres, en el Jardín Botánico. - Foto: Diputación

La Universidad de Castilla-La Mancha, a través de su profesor, el Dr. Manuel Esteban Lucas Borja, del grupo de investigación Ecología Forestal y Limnología, ha implementado en el Jardín Botánico de Castilla-La Mancha (JBCLM) un experimento de monitorización a largo plazo de los efectos del cambio climático en zonas verdes urbanas, en el contexto del proyecto ‘Urbafun’, en el que participan otras cinco universidades: la Universidad Pablo Olavide de Sevilla, que coordina el proyecto desde el Laboratorio de Biodiversidad y Funcionamiento Ecosistémico de (BioFunLab), la Universidad de Cádiz, la Universidad de Alicante, la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad de Coímbra.

En cada Campus se ha instalado una estación experimental en la que, siguiendo un diseño factorial completo repetido en cuatro parcelas, se analiza el efecto que el incremento de la temperatura (+2ºC) provocado por el calentamiento global tiene sobre la diversidad, la productividad y la fenología de las plantas, las propiedades fisicoquímicas del suelo, o los cambios en comunidades edáficas bacterianas, entre otros.

Este aumento térmico se simula mediante el uso de cámaras de cielo abierto -con dos niveles de estudio: suelo cubierto con cámara vs. suelo sin cubrir- y se evalúa, además, en combinación con el manejo de la comunidad herbácea (en dos niveles de estudio: siega intensiva vs. siega extensiva). La idea, además, es extender en el futuro el experimento a distintas zonas del planeta mediante la creación de una red internacional.

Los servicios ecosistémicos que ofrecen las zonas verdes urbanas incluyen el secuestro de carbono, la regulación microclimática, la conservación de la biodiversidad, y el uso recreativo, entre otros. Las estaciones experimentales podrán ser utilizadas en el futuro para investigaciones urbanas y también para fomentar la concienciación de la población acerca de la importancia de los impactos del cambio climático en nuestras ciudades.

Un interesante proyecto con mucho potencial por delante y del que, a través de las explicaciones del propio director del Jardín, Pablo Ferrandis, ha podido conocer personalmente todos los detalles la vicepresidenta del área medioambiental de la Diputación de Albacete, institución que, como el Ayuntamiento de Albacete y junto a otras entidades, forma parte del Patronato del Jardín y le aporta recursos económicos anualmente para contribuir a su paulatina mejora.

Amparo Torres ha aprovechado una de sus visitas a este “magnífico recurso medioambiental con el que cuenta la ciudad de Albacete” para animar a la ciudadanía a aprovechar estos días festivos de la Semana Santa para acercarse a descubrir su enorme atractivo, pues el Jardón Botánico está abierto del 1 al 4 de abril en horario matinal, de 10:30 a 13:15 horas.

Más allá de estas jornadas especiales, el Jardín está disponible para el público (con entrada libre y gratuita) de 8:30h a 14:00h y 16:00h a 18:00h (de lunes a viernes) y de 10:30h a 13:15h (los sábados y domingos). Además, no es necesario reservar visita si es particular: se accede al Jardín tocando al timbre y recogiendo el ticket en la entrada del edificio de la derecha.

El JBCLM es una apuesta de la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Albacete y de la UCLM por la conservación y la gestión del patrimonio natural y de la biodiversidad. Es uno de los jardines botánicos españoles más jóvenes (comenzó a construirse en 2003 y se inauguró en 2010). En una superficie de aproximadamente 7 hectáreas, junto a la Vía Verde que conduce al parque periurbano de La Pulgosa, sus colecciones vivas reúnen más de 28.000 plantas de cerca de 2.100 taxones vegetales, en las que predominan los elementos autóctonos.

Posee una interesantísima colección de muestras de hábitats naturales de la región (hasta cuarenta), siguiendo criterios ecológicos y paisajísticos. Varios de estos ecosistemas están protegidos por el Catálogo de Hábitats y Elementos Geomorfológicos de Protección Especial en Castilla-La Mancha y la Directiva de Hábitats, y albergan ejemplares de taxones amenazados protegidos legalmente.