La Junta de Comunidades ha decidido duplicar la partida destinada al Plan Contra la Pobreza Energética hasta llegar al millón de euros para este año, marcado por la pandemia y las emergencias meteorológicas como la borrasca Filomena. Un plan que ofrece una ayuda de 150 euros a las familias (el equivalente a tres meses de recibo de la luz) y que gracias a este incremento podrá percibirse hasta en dos ocasiones (ahora y a final de año).
Durante 2020 «se han beneficiado de las ayudas económicas de pobreza energética 12.283 personas, de las cuales 6.188 son menores», según explica la consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez. En cuanto a la paralización de cortes de suministro eléctrico, el segundo gran objetivo de este plan, «han sido un total de 297 hogares de Castilla-La Mancha los que se han visto beneficiados por los convenios firmados con las compañías suministradoras y 635 las personas beneficiadas, de las que el 38,26 por ciento son menores».
«No se ha cortado la luz a nadie». Cruz Roja vuelve a ser la entidad encargada de gestionar este Plan contra la Pobreza Energética, puesto en marcha en 2016 por el Ejecutivo de García-Page. Como explica el presidente de esta entidad social, Jesús Esteban, «se trata de poder conservar la dignidad de la vida de las personas en sus hogares». «No se le ha cortado a nadie la luz en Castilla-La Mancha por falta de pago» desde que están en marcha este plan, según defiende.
Desde Cruz Roja también se pone en valor la agilidad con la que se conceden estas ayudas en Castilla-La Mancha. No hay que olvidar que por convenio los pagos a las familias deben realizarse en un plazo máximo de 10 días y la burocracia para recibirla es mínima, ya que solo se requiere el visto bueno de los Servicios Sociales de Atención Primaria. Es más, la media de ejecución de estas ayudas no ha superado los 4 días en 2020, según destaca Esteban.
No hay que olvidar que, como apunta el responsable regional de Cruz Roja, la pobreza energética no es ni mucho menos una cuestión menor: quien la padece tiene hasta 5,3 veces más riesgo de padecer problemas de salud, especialmente asma o bronquitis crónica, al no poder mantener una condiciones óptimas de calor en sus viviendas. En este punto, desde la Consejería de Bienestar Social se incide en que estas ayudas están especialmente dirigidas a las familias con menores a su cargo.
Este convenio firmado entre la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y Cruz Roja también prevé la incorporación de las Ayudas de Emergencia Social para prevenir cortes de suministros energéticos. Es más, los Servicios Sociales de Atención Primaria han realizado 3.541 intervenciones durante el año 2020, en su mayoría relacionadas con el acceso a las ayudas económicas de pobreza energética, según añade la consejera de Bienestar Social.
Casi 90.000 beneficiarios en 6 años. Desde la puesta en marcha de este Plan contra la Pobreza Energética en el año 2016 han sido 89.796 las personas que se han beneficiado de estas ayudas, de las que 41.457 son menores.
Este plan, que fue pionero en España, define tres indicadores para establecer pobreza energética y que son: Incapacidad para mantener el hogar por encima de una temperatura mínima de confort, atrasos en los pagos de las facturas de servicios energéticos y aviso de cortes de los suministros básicos.