Locales cerrados certifican cómo empeora el comercio

ANA MARTÍNEZ
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Concepción y Teodoro Camino son las vías más castigadas pero en la calle Ancha hay ocho establecimientos sin actividad comercial

Aspecto de uno de los tramos de la calle Ancha más frecuentados, con la antigua ferretería y juguetería Leborburo. - Foto: Rubén Serrallé

la revitalización del Centro siempre ha sido una asignatura pendiente de los poderes públicos. Numerosos virus, propios de la evolución y el desarrollo -también de la falta de soluciones efectivas-, vienen enfermando la actividad comercial tradicional de esta ciudad, que siente que no levanta cabeza. Muchos han sido los planes y programas específicos que han intentando que el comercio albaceteño, tradicional, seña de identidad de Albacete, saque la cabeza del agua para tomar aire, aunque sea por unos minutos: semipeatonalización de algunas de sus calles más singulares, instalación de bancos, maceteros, actividades puntuales como noches mágicas, el black friday, el reparto de papeletas con premios... Acciones puntuales que, a la vista de la situación actual, no han aportado el remedio definitivo.
Quizá con estas soluciones se ha logrado ralentizar una preocupante situación azotada por otros problemas mucho más difíciles de resolver: la proliferación de franquicias y cadenas y, lo más grave de todo, el incesante aumento de las compras por internet. En apenas tres kilómetros de vía urbana, la almendra central de Albacete cuenta con 392 locales dedicados a la actividad comercial, número en el que se excluyen los establecimientos hosteleros. De ellos, 63 se encuentran vacíos y se alquilan, lo que representa el 16% del total. Un porcentaje que no resulta alarmante si no fuera porque algunos de estos locales fueron señeros del comercio local y están ubicados en pleno Centro, por lo que sus puertas cerradas y, en algunos casos, su paulatino deterioro, no ofrece una muy buena imagen e impresión a los turistas que visitan la capital.

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