«La crisis del 2008 hizo estallar el consenso»

A.D
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Manuel Ortiz Heras, catedrático de Historia Contemporánea en la Facultad de Humanidades de la UCLM de Albacete intervino ayer en el ciclo de conferencias de Aluex, con la charla Las Elecciones de 1977. Rito iniciático de la Democratización española

Manuel Ortiz Heras. - Foto: Arturo Pérez

Manuel Ortiz Heras, catedrático de Historia Contemporánea en la Facultad de Humanidades de la UCLM de Albacete intervino ayer en el ciclo de conferencias de Aluex, con la charla Las Elecciones de 1977. Rito iniciático de la Democratización española 45 años después. 

La transición española, ¿es un modelo de éxito?

Bueno, la primera etapa, que aproximadamente son 18 meses, desde la muerte de Franco hasta la celebración de las primeras elecciones, porque se sientan las bases del sistema, no se termina la arquitectura. Esos 18 meses han pasado bastante desapercibidos, particularmente los que van de enero de enero a junio del 77, que tienen una enorme identidad y pasan desapercibidos y no hemos atendido a cómo se aprueban los partidos políticos, se elabora su ley y quiénes son los cargos que tienen que permitir la campaña electoral. 

Cuando surge el interrogante, lo hicimos bien o lo hicimos mal, hay una expresión que habla de las debilidades estructurales;había muy poca confianza en que aquello terminara bien. Desde esa perspectiva, se salvó con un éxito tremendo, de ahí la expresión de la modélica transición. Se consiguió el paso de la dictadura a la democracia, que era de lo que se trataba y eso ha servido a otras transiciones posteriores. Pero hay está el debate, qué entendemos por modélica.

¿Se cuestiona demasiado en los últimos años?

Esta especie de puesta en cuestión de lo que fue la transición data de sus momentos iniciales y conforme ha pasado el tiempo, esa disconformidad ha ido creciendo y sobre todo la crisis del 2008 hizo estallar por los aires esa palabra mítica, consenso. Con el paso del tiempo, la elite política y determinados medios construyeron un relato hegemónico que ha tenido mucho éxito, pero desde el primer momento, a derecha e izquierda, hubo voces que fueron muy críticas, aunque nunca fueron mayoritarias. En 2012 todo el movimiento de protesta social acuñó el famoso término del régimen del 78 y la crítica no ha dejado de crecer y hoy podríamos tener la sensación de que hay muchas más personas en contra. Los resultados son bastante contundentes, la transición tuvo un resultado  francamente positivo.  

¿Puede dar  la impresión de que no terminó?

Claro, da la impresión de que no se ha terminado, todavía estamos hablando de la transición, que terminó hace mucho tiempo. Tendríamos que revisar, no ya la transición, sino la consolidación democrática. Hay un cierto consenso en establecer, más o menos, 1986, como el final de esa etapa. Lo que ha ocurrido después es consolidación  y hay que analizar si las cosas se han hecho mejor. 

Es un debate con connotaciones presentistas, es decir, como no nos gusta el presente, necesitamos buscar una explicación y la llevamos a la transición. Esa sensación de que la transición fue un desastre, cuando los datos hablan de un proceso, no maravilloso, pero que sirvió para lo que se planteaba en aquel momento, un reto mayúsculo, pasar de una dictadura que había durado 40 años a una democracia. 

¿Por qué 1986 como final de la transición?

Hay dos fechas que se barajan 1982, que tiene que ver con las elecciones de octubre en las que gana el Partido Socialista por mayoría absoluta, el problema es que en el 82 hay muchísimas cosas que no se han cerrado y el más destacado tiene que ver con la vertiente internacional. España, después del franquismo era un país aislado y tenía el reto de acabar con esa asignatura pendiente y eso tiene dos acciones fundamentales que tienen que ver la OTAN y con la entrada de España con la Comunidad Económica Europea y eso no se va a consumar hasta enero de 1986. Además en esa primera legislatura del Partido Socialista es cuando realmente se va desarrollar el mapa autonómico. La configuración se va a establecer entre 1983 y 1986. A partir de ahí entraremos en un periodo distinto.  

¿Podríamos hablar entonces de un fallo al no  cerrar el modelo territorial?

Es un asunto de capital importancia el Título octavo de la Constitución, que desarrolla el mapa autonómico y no hay que olvidar que los propios padres de la Constitución tuvieron en mente de redactar un capítulo profundamente ambiguo, era muy difícil cerrar en 1978 cerrar esa cuestión, pero no es un tema transicional es un tema de la democracia que tiene lugar en otros países y no olvidemos que no somos diferentes a otros muchos que también la tienen pendiente.