«La sangre tiene que esperar al paciente, no al revés»

I.M.
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«A 31 de agosto y, a pesar de los meses de Covid, en este año ya llevamos un total de 10.984 extracciones de sangre, sólo 134 bolsas menos que en el 2019»

Jesús Igualdad, presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre de Albacete. - Foto: Rubén Serrallé

Jesús Igualada Pedraza es desde hace dos años y medio el presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre de Albacete; una entidad que ya conocía desde tiempo atrás desde los 14 años cuando tomó parte en la creación de la sección infantil de la Hermandad y también fue su presidente y durante un tiempo pero hace años. Hace unas semanas esta Hermandad alcanzaba su donante número 70.000 con un joven en Fuentealbilla y el año que viene cumplirá 50 años y desde aquel 1971 a ahora «nunca en esta ciudad, recuerda Igualada, ha faltado una gota de sangre teniendo todas sus necesidades cubiertas». Desde que empezó el 2020 al pasado 31 de agosto la Hermandad, a pesar de los meses de Covid, lleva un total de 10.984 extracciones de sangre, sólo 134 bolsas menos que las de hace un año por esas fechas .

Usted ha sido director de Enfermería en el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, subdirector de Enfermería en el Hospital Perpetuo Socorro y desde hace un año trabaja en Atención Primaria, en el consultorio de Aguas Nuevas. También es presidente de la Hermandad de Donantes de Albacete desde el 2018 ¿cómo llega la Hermandad, a su presidencia?

Llevo en este cargo desde hace dos años y medio, aunque yo ya fui presidente mucho antes. No obstante, mi vinculación con la Hermandad comienza cuando yo tenía 14 años cuando un grupo de gente con la junta que entonces había, y en la que estaban, entre otros, Blas González Honrubia, Carlos Morales y Miguel Muñoz, montamos una especie de grupo juvenil, una especie de scouts, una asociación que se llamaría sección juvenil de la Hermandad de Donantes de Sangre. Fue pasando el tiempo hasta que en un momento dado un grupo de amigos jóvenes, que habíamos crecido con esto, decidimos hacernos cargo de ella y yo como presidente. En la presidencia estuve de los 22 a los 24 años. Por una serie de motivos me fui pero nunca perdí el contacto con la Hermandad. Soy enfermero de profesión y muchos días me pasaba por aquí, tomábamos un café y veía a la gente, empezando por quien ha llevado las riendas de la Hermandad durante 35 años, Mari Carmen de Huéscar. Fue ella precisamente quien un día me dijo que tenía que meterme de nuevo, quien insistió en ello, y aquí estoy. Primero entré como vocal y luego vino la presidencia en sustitución precisamente de Mari Carmen.

Su mandato es de dos años pero renovables. ¿Ha habido muchos cambios desde que está como presidente o todo sigue igual?

Hemos intentado introducir algunos cambios. Se trataba de promocionar la donación y había que cambiar alguna cosa, no obstante, gracias a Dios, esta Hermandad a nivel nacional puede estar ocupando el tercer o el cuarto puesto en donaciones proporcionalmente con la población. Albacete es una ciudad muy solidaria, muy generosa. La sangre tiene que esperar al paciente, no al revés, como pasa por desgracia en muchos sitios. 

Creo que todos nosotros hemos hecho un buen trabajo y también los medios de comunicación. Tenemos un estocaje muy alto y lo tenemos cubierto y esto hace que nos sintamos muy contentos. Tenemos muchos donantes que nos responden, tenemos desde hace unas semana, 70.000 donantes, el último, un joven de Fuentealbilla. 

Entonces, ¿por dónde han ido los cambios?

Estamos intentando poco a poco, retomar la imagen típica anterior a la gota, o lo que es lo mimo, la cruz azul de la Hermandad con la gota roja e igualmente estamos intentado promocionarnos con nuevas actividades y eso que las ha habido y muy buenas y se siguen haciendo. Me estoy refiriendo a la colaboración que desde hace años tenemos con la Diputación y las carreras populares y su efecto llamada o a la felicitación que mandamos a todos los jóvenes de Albacete cuando cumplen 18 años. Son unos tarjetones en los que les venimos a decir que ya son mayores de edad, que ya pueden votar y que ya pueden donar sangre. Estamos también metiéndonos de lleno en el uso de las nuevas tecnologías e intentando penetrar más en la sociedad, a fin de que se nos vea un poquito más allá del Hospital y en cuyo vestíbulo está nuestra sede. Lo que pasa, no obstante, es que nos ha pillado una época dura con la pandemia.

 

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