El decimotercer ciclo de conferencias de Naturaleza de la Universidad Popular contó con la intervención de Juanjo Jiménez, catedrático de Dibujo y artista plástico, que habló sobre Arte y Naturaleza.

Una actividad y concepto íntimamente conectados...

Claro, hablar de arte y naturaleza es hablar del arte a lo largo de la historia, porque no se nos puede olvidar que el ser humano forma parte de la naturaleza y el tema del arte siempre ha sido parte del ser humano y en esta charla lo  que hice es centrarme más en la naturaleza vista desde el ser humano, paisajes, bosques, cielos, representación de la naturaleza, excluyendo al hombre.

¿En qué artistas nos debamos fijar como grandes naturalistas?

Empieza en las pinturas rupestres, en las que ya vemos escenas de caza, del entorno. La representación de la naturaleza empieza ahí, con el inicio de la humanidad. Después, durante bastantes siglos esa representación de la naturaleza no formaba parte del arte, porque se centraba en el ser humano, pero a partir del Renacimiento, ya vemos aparecer paisajes y se le empieza a dar más importancia. Sobre todo en el siglo XIX,  en el neoclasicismo y, más todavía con el impresionismo, la naturaleza adquiere un gran protagonismo.

¿Como se puede ver en La Gioconda, de Leonardo da Vinci, el paisaje en segundo plano?

Exacto, el paisaje que hay detrás está como telón de fondo, en segundo plano. El protagonismo está en la figura humana y eso se da en el Renacimiento, pero a partir de ahí, tímidamente, cada vez el paisaje adquiere más protagonismo hasta que se independiza como género pictórico.

¿También en el siglo XX?

En el siglo XX, sobre todo a partir de los años 60, con el desarrollo del arte conceptual, aparecen varios movimientos artísticos. En Land Art, la naturaleza es protagonista absoluta de la obra y se introduce la sensibilidad  del ser humano por el medio ambiente, la visión ecologista de la naturaleza. 

¿Artistas ecologistas?

No, creo que el ecologismo es una opción, un movimiento que podemos tener todos los ciudadanos, independientemente de la profesión. Lo que sí existen son muchos artistas  sensibilizados por el cambio climático y la preocupación medioambiental, que centran ahí el tema, pero el arte nunca ha servido para reivindicar ideas políticas o cambios sociales, ha estado ahí, pero acompañando. 

¿En qué grandes paisajistas nos debemos fijar?

Son muchos a lo largo de la historia. A mí, aunque no sea un paisajista, me encantan los paisajes de Van Gogh, por la fuerza que tienen y lo que expresan, pero no podría decir que es un paisajista. Más centrado en el paisaje, Claudio de Lorena, Carlos de Haes, pero son muchos más. 

Hoy,  tenemos la corriente Land Art con artistas muy importantes que han trabajado en la naturaleza, el más famoso de ellos es Robert Smithson, con su obra más conocida, La espiral Jetty, que marcó un hito en lo que es el arte en relación con la naturaleza, porque se realizó in situ, con dataciones filosóficas sobre la presencia del ser humano en el paisaje y cómo actúa sobre él. Aquí, un artista que ha trabajado mucho este tipo de manifestación artística ha sido Agustín Ibarrola, que tiene una obra muy famosa, El bosque de Oma.   

¿Prepara en estos momentos  alguna exposición?

Bueno, estoy preparando un libro de carteles y pintando una serie de collages, mezclando abstracción y figuración, pero de momento no he pensado en nada para exponerlos, de momento solo trabajo. En cuanto al libro, incluye carteles que me he ido encontrando a lo largo de los últimos 20 años, en la calle, para reivindicar la espontaneidad que puede haber en la comunicación, que dicen mucho de cómo nos expresamos.