La competición está paralizada y no sabe si se reanudará y cuando. Para el CP Villarrobledo la espera puede ser larga y tensa, ya que el conjunto albacetense ocupa la última posición del grupo IV de la Segunda B en una temporada complicada tras el milagro de su ascenso.

Al equipo que entrena Jesús Castellanos le quedan 10 jornadas, si se disputan, para revertir una situación muy complicada, aunque con 30 puntos por disputarse «sólo» está a ocho de la salvación.

El CP Villarrobledo es colista con 22 puntos, por encima tiene al Mérida (27), Recreativo Granada (29) y Talavera (29). En el puesto de promoción de descenso está el Algeciras (29) y ya fuera de peligro ocupa la posición 15 de la tabla el Atlético Sanluqueño (30 puntos).

La última victoria del Villarrobledo data del 2019, la última jornada del año, que se disputó el 21 de diciembre y en la que se derrota al Don Benito (2-1).

En lo que va de 2020 el CP Villarrobledo ha jugado 10 partidos con el balance de cuatro empates y seis derrotas. Esos cuatro puntos de los 30 últimos es lo que ha metido al cuadro manchego en el fondo de la clasificación.

El pésima bagaje del equipo como visitante es uno de los principales lastres de la temporada, ya que el cuadro de Jesús Castellanos sólo ha sumado cuatro puntos merced a cuarto empates en los 15 partidos que ha disputado lejos del Municipal Virgen de la Caridad.

Pero el gran problema para el CP Villarrobledo esta temporada han sido las bajas. Lesiones importantes nada más empezar en jugadores clave y luego las de larga duración en jugadores de la calidad y compromiso como Nacho Huertas o José Carlos han mermado en gran medida sus opciones.

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