Un novedoso concepto artístico global

V.M.
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El pintor donostiarra Eduardo LabordeSuárez, que es biznieto del gran maestro Ignacio Zuloaga, expondrá por primera vez en Albacete, concretamente en el Casino Primitivo, entre el 8 de mayo y el 7 de junio

Eduardo Laborde, junto a algunos de los cuadros que colgará en la muestra. - Foto: José Miguel Esparcia

La programación cultural diseñada por el Casino Primitivo de Albacete incluye el próximo mes una exposición de un artista reconocido mundialmente, el donostiarra Eduardo Laborde Suárez (1965), biznieto de uno de los grandes nombres de la pintura española del siglo XX, Ignacio Zuloaga. El pintor, acompañado por su madre, María Rosa Suárez Zuloaga, encargada de la Fundación y del Museo dedicado a su abuelo en Pedraza, y de su colega José Zafrilla de la Torre, responsable en buena medida de esta muestra, que podrá visitarse entre los días 8 de mayo al 7 de junio, visitaba el jueves las instalaciones del Casino pertrechado de algunos de los cuadros que expondrá.

Tras cursar la carrera de Ciencias de la Información y Publicidad en el País Vasco, se formó como ilustrador y artista plástico en EEUU, donde realizó un máster orientado a la comunicación, diseño gráfico y fotografía. Con un amplio curriculum que incluye su participación en feria nacionales e internacionales o exposiciones en ciudades como París, Nueva York, Ginebra, Madrid o Barcelona, Laborde comentó a La Tribuna de Albacete que es su primera muestra en nuestra capital y se mostraba bastante intrigado por la respuesta del público.

Preguntado por cómo ha influido en su trayectoria artística la obra de su ilustre bisabuelo, reconoce que «marca bastante, porque al final un apellido tan importante siempre te hace sombra» y recuerda que «desde pequeño siempre estuve rodeado de su colección de cuadros y de obras de sus amigos de la Generación del 98, lo que también te enriquece mucho intelectualmente». 

Centrado en la pintura figurativa Eduardo Laborde explica que se basa en las técnica mixtas y en lo que él denomina mixed media, «un término anglosajón que se adapta más a lo que hago, mezclando el fotomontaje, el collage, la fotografía, el aerógrafo, el lápiz o la ilustración y a partir de ahí puedes crear tu propia técnica, con un resultado que puede calificarse de muy dinámico y pienso comunica más al espectador que otras técnicas tradicionales, como es el hiperrealismo».

Utiliza varios procesos, uno sería partiendo de «la fotografía tradicional a base de contactos y película, mezclando posteriormente dibujo y pastel; a partir de aquí también puedo realizar murales, por ejemplo en la Plaza Real de Barcelona, tengo un mural, de 24 metros de largo por 1,80 de alto, en un hotel de gran impacto visual».  Temáticamente se siente muy atraído por el paisaje urbano, los interiores palaciegos y últimamente se ha pasado también a la pintura al óleo.

Actualmente está centrado en su última colección, Revisionismo palaciego, con interiores de palacios como Versalles o el Hermitage, mezclados con elementos de cultura pop y objetos decorativos que rompen el espacio compositivo y crean fuertes contrastes. «Es un concepto artístico muy global, porque me gusta tener un lenguaje internacional», subraya, al tiempo que desvela sus amplias y diversas influencias: desde Canaletto o Caravaggio a Warhol o Lichtenstein, pasando por las acuarelas de Turner, «soy como una esponja y en ciertas épocas descubres cosas nuevas, por ejemplo me encanta Oteiza».

Buena parte de la veintena de obras que expondrá en Albacete corresponden a esta serie y el resto provienen de la anterior, Manhattan pop, donde en las calles de la gran urbe norteamericana sitúa a veces elementos foráneos, como puede ser rincones o coches característicos de Cuba (por ejemplo en Manhattan flashback), todo ello en pos de conseguir«dinamismo, elasticidad, impacto visual y actualidad, «porque es importante que la obra comunique», concluye.