El azote con el que el coronavirus se está cebando en España afecta a toda actividad pública, incluido el deporte. El voleibol, obviamente, no escapa a la fase de confinamiento de los ciudadanos, lo que implica una paralización de las competiciones a todos los niveles, e incluso la conclusión definitiva de alguna de ellas. En este último caso se encuentran las Superligas masculina y femenina, que tocaron a su fin anticipadamente en vista de la complejidad para mantener a jugadores extranjeros en sus plantillas. Otro apartado es el referente a las federaciones territoriales y las competiciones que se encontraban, en el caso de Castilla-La Mancha, en los playoffs de ascenso desde la Segunda División a la Primera Nacional, penúltimo paso para alcanzar la nueva categoría.
El pasado día 11, la Federación de Voleibol de Castilla-La Mancha (FVCM) decidió suspender todas las competiciones regionales federadas, y el 13 la Junta de Comunidades hizo lo propio con el deporte escolar, el mismo día en que el presidente del Gobierno anunciaba el inminente estado de alarma. Así las cosas, queda en el aire la conclusión de la temporada en las citadas competiciones de Segunda División. El Adeva Albacete es uno de los clubes más afectados por esta nueva situación, cuya naturaleza futura dependerá de la evolución de la situación desde el punto de vista sanitario y social.

En una situación similar se encuentra el Club Rugby Albacete, que también suspendió todas sus actividades la pasada semana, y que tenía previsto jugar las semifinales de ascenso a Primera Terrritorial valenciana el próximo día 29, fecha que, obviamente, resulta inviable. (MÁS INFORMACIÓN EN LA EDICIÓN IMPRESA)