La embajada más antigua de la gastronomía albacetense

EMILIO MARTÍNEZ
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La tortilla de 'Casa Dani' en Madrid, con patatas de El Salobral, es oficialmente desde hace meses la mejor de España

La embajada más antigua de la gastronomía albacetense

Puede presumir de cocinar y dar la que oficialmente es la mejor tortilla española de patatas. Pero no lo hace, a pesar del orgullo que siente por semejante título, tras imponerse en la edición de este año del concurso nacional al respecto. Pongamos que se habla y escribe de la albaceteña de Tiriez, Lola Cuerda, que junto a su marido Daniel García, de Balazote, está al frente desde hace casi tres décadas en Madrid del emblemático y popularísimo establecimiento Casa Dani. Sin embargo su esposo sí que deja clara «con mucho orgullo» una cuestión: «Hacemos el mejor pisto manchego de España». A lo que añade que también lo bordan en otros suculentos platos de la gastronomía como los gazpachos, el atascaburras, las gachas, el arroz con liebre de caza y otros.

La satisfacción del matrimonio por esta especie de embajada gastronómica albaceteña la comparten con sus hijos Dani y Noelia, que han continuado con esta empresa familiar. Además, aprovechan que su ya anterior enorme fama en el Mercado de la Paz                    -donde está situado el establecimiento-, en el barrio de Salamanca para que su amplísima clientela –de todas las clases sociales y de multitud de otros puntos de la capital de España- vaya conociendo más «las maravillas gastronómicas de Albacete, que nunca faltan en la carta del menú». 

Ni tampoco en la tienda anexa para venta a la gente que prefiere llevarse a su domicilio el más de un centenar de guisos, en forma de raciones -donde no falta el queso manchego- y de platos para comer o cenar. Una tienda de la que se ocupa y preocupa Teresa Cuerda, la hermana de Lola. De modo que en conjunto, contando con la barra -siempre también a rebosar, sobre todo a la hora de comer- y la terraza a unos metros y con entrada independiente por la calle Lagasca- son, según las épocas, más de una veintena de trabajadores.

Unos empleados que, en turnos, desde las seis de la mañana, cuando empiezan a preparar los desayunos, hasta las siete y media en que acaban las más de dos centenares de comidas que ofrecen –también las meriendas-, llevan un ritmo tan elevado para que el servicio sea rápido que cansa con sólo verlos. Por cierto, que los precios no es que sean populares, «es que son tirados», cual puntualiza Daniel. 

Con razón, ya que los menús diarios -que a veces incluyen arroz con bogavante, como el de los jueves- sólo cuestan 11,50 euros. E incluyen, además de la bebida, la posibilidad de elegir entre un total como mínimo de 12 primeros platos y otros tantos segundos, además de varios postres, la inmensa mayoría caseros, con algún toque manchego y/o albaceteño; todo ello servido con gran rapidez no exenta de amabilidad y profesionalidad. No es de extrañar, pues, que el fundador de la casa coincida con su mujer en la «honrada y muy manchega» filosofía económica de «ganar poco en muchos».

Esta extraordinaria popularidad de Casa Dani, ya de por sí altísima desde hace años, se ha elevado a la enésima potencia tras ganar hace algo más de seis meses el Campeonato de España de Tortilla de Patata Nacional, celebrado en Tenerife, al que acudieron más de un centenar de restaurantes de todo el país, algunos de varias estrellas y reconocido prestigio. 

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