«El Altozano es la salita de estar de la ciudad»

A.D
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El ciclo de conferencias sobre El Altozano, la plaza de nuestra historia, se cierra hoy en el Museo Municipal, a las 20 horas, con la intervención del historiador e investigador Vicente Carrión Íñiguez, que hablará sobre Albacete, villa conventual.

Vicente Carrión Íñiguez. - Foto: Ruben Serrallé

El ciclo de conferencias sobre El Altozano, la plaza de nuestra historia, se cierra hoy en el Museo Municipal, a las 20 horas, con la intervención del historiador e investigador Vicente Carrión Íñiguez, que hablará sobre Albacete, villa conventual. 

El Altozano, ¿articula buena parte de la historia local?

Por supuesto, desde época muy antigua,  como ya nos dejó escrito Aurelio Pretel, no estaba en el lugar actual, sino frente a San Juan. El Altozano ha sido y es la salita de estar, por decirlo de alguna manera, de la ciudad de Albacete. Ha sido el punto de encuentro, de donde parten todos los aspectos que constantemente tienen lugar en la ciudad. 

Además, como explicará en la charla también Albacete es una villa conventual, con  varios monasterios en el propio Altozano?

Albacete era en el siglo XVI una villa conventual, como sucedía en otros lugares de España y en otros pueblos de la provincia, como Hellín y Villarrobledo; había conventos por todos lados y las espadañas y las torres de las iglesias eran parte del paisaje. 

¿Eran tan importantes para la historia de la villa?

Claro, pero actualmente no se conserva ninguno. Desgraciadamente solo está, en parte restaurado, el monasterio de la Encarnación, que es el Centro Cultural de la Asunción, sede del Instituto de Estudios Albacetenses, y además conservatorio; de los demás solo queda el recuerdo, como explicaremos en la conferencia en el museo.  

¿Cuántos conventos había en el Altozano?

En el Altozano había dos conventos. Estaba el convento de las Justinianas, que tiene su origen en un beaterio de 1571, y luego se amplía y adquiere la categoría de monasterio, y llegaba hasta donde está la línea de la Bicha de Balazote,  y otro era el convento de San Agustín, que ocupaba gran parte de lo que hoy es el Palacio de Justicia, con la iglesia situada, prácticamente, en medio del Paseo de la Libertad,  y el huerto ocupaba la calle Salamanca. 

¿Fueron estos conventos muy  importantes?

Desde mi punto de vista, dos importantes, dentro de la orden Franciscana. Uno era el de Albacete, por su situación estratégica, en la antigua Plaza de San Francisco, hoy Periodista Antonio Andújar, donde se celebraron numerosas reuniones capitulares;luego, otro gran convento era el de Los Llanos, donde se llegó a celebrar la Feria de Albacete hasta 1873, fecha en que se traslada al actual emplazamiento.  

¿Los del Altozano desaparecen con la desamortización?

El convento de San Agustín se clausura en 1834 y el de las religiosas, al no tener en el convento el número de 12, pasaron a la Encarnación, con las Franciscanas y como tampoco había un número suficiente, se trasladaron al de Hellín y estas a su vez, al convento de las Justinianas de Murcia, donde aún están, y donde hay una Inmaculada de Salzillo que estaba en la iglesia del convento de Albacete, más o menos en la zona del Capitol.  

¿La piqueta acabó con todo?

Por ejemplo, el convento de los Franciscanos, con la desamortización de 1835, pasa  a propiedad municipal, acoge un regimiento militar, y también se estableció un instituto de enseñanza. El convento de San Agustín se derriba y en 1857, Francisco Jareño hace la remodelación, que conocemos por otras fotografías, del edificio de la Audiencia y del convento de Justinianas que era muy extenso y con huerto, con la desamortización de 1835, el edificio se destinó a sede de la Delegación de Hacienda y en 1935 se derriba.