Los videojuegos, al igual que el cine o la televisión, son una poderosa herramienta para hacer llegar al público algún tipo de mensaje. Muchos son los documentales que hablan sobre la necesidad de ser más respetuosos con el medio ambiente, para que el planeta Tierra pueda seguir albergando a muchas de las especies que habitan en él. Sin embargo, el ser humano sigue sin ser plenamente consciente de la fragilidad de los ecosistemas con los que convive, en especial cuando se trata de los océanos.
Por ello, el submarinista Carlos Coronado, que además es desarrollador independiente de videojuegos, pensó que la mejor manera de concienciar a los aficionados era mostrar los efectos negativos que pueden llegar a provocar en los mares algunas prácticas, como la pesca con explosivos o los vertidos de sustancias contaminantes. De esta forma, nació un título que esconde en su interior la preocupación de su creador por el estado de las costas, pero también una profunda fascinación por sus misterios.
Una propuesta con un claro mensaje ecologista
Koral es un juego bastante atípico. Los usuarios controlan a una corriente marina, cuya misión consiste en arrastrar unas partículas luminiscentes que hay dispersas por los escenarios. Al depositar estas pequeñas células de energía en determinadas plantas, se desencadenan algunos efectos que ayudan a seguir explorando los niveles. Todo este proceso se realiza de una forma muy sencilla e intuitiva, ya que los elementos para seguir avanzando se encuentran con suma facilidad.
Este lanzamiento no llega con intención de proponer un gran desafío a los aficionados, pues su finalidad es la de hacerles disfrutar de un relajado paseo por las profundidades. Aquí no hay enemigos a los que abatir, ni formidables adversarios con los que entablar batalla. La única dificultad que van a encontrar, se reduce a encontrar las zonas interactivas que les permitirán continuar con su camino.
La inmensidad del mar
La ambientación lograda en esta obra es uno de sus grandes reclamos. Recorrer los coloridos arrecifes de coral, mientras se observan todo tipo de especies marinas, es una experiencia memorable. Aunque la totalidad de la aventura se desarrolla bajo el agua, es una auténtica gozada perderse por los escenarios disfrutando de las vistas. Además, la música acompaña de forma perfecta a las imágenes, con melodías de un ritmo suave y calmado.
Koral es una experiencia bastante particular. La simplicidad de su propuesta puede no gustar a todo el mundo, pero es una decisión de diseño completamente intencionada. Este videojuego es una muestra de amor y respeto hacia los océanos por parte de su creador, pero al mismo tiempo, les enseña a los aficionados el impacto negativo que puede llegar a provocar el ser humano sobre este delicado ecosistema.