La Policía Nacional detuvo en Albacete a un joven de 26 años de edad como presunto responsable de varios delitos de estafa, falsificación documental y usurpación de estado civil, que ha dejado decenas de víctimas por todo el territorio nacional.
La investigación se inició hace más de un año, tras recibir en la Comisaría de la Policía Nacional de Albacete diversas denuncias por suplantación de identidad. En algunos casos las víctimas indicaban que les reclamaban importantes cantidades de dinero por créditos que figuraban a su nombre pero que ellos no habían realizado. En otras ocasiones, les habían realizado cargos directamente en sus cuentas bancarias, o bien indicaban que se habían visto inmersos en procesos judiciales porque al parecer se habían utilizado cuentas bancarias a su nombre para cometer estafas.
Esto ha ocasionado que algunos de los perjudicados hayan sido citados como investigados en procedimientos judiciales, su inclusión en listados de morosos, importantes pérdidas económicas, así como daños emocionales como consecuencia de las incesantes molestias sufridas, incluso enfermedades psicológicas en alguno de los casos.
El laborioso trabajo policial que se ha llevado a cabo durante estos meses para averiguar cuáles eran los puntos en común de los damnificados y conectar estas estafas, dio finalmente sus frutos. Los investigadores llegaron hasta el presunto autor y lograron averiguar su modus operandi, descubriendo que esta persona había sido denunciada por hechos similares en diversos lugares. Un joven formado y cordial al que las empresas no dudaban en contratar La baza principal de esta persona era su formación profesional: el joven tenía conocimientos avanzados en informática, y su comportamiento destacaba por su buen trato y cordialidad, lo que hacía que no le resultara difícil ser contratado por diversas empresas para prestar sus servicios. Una vez conseguía la confianza de sus empleadores, accedía a las bases de datos confidenciales de las empresas en las que trabajaba, sustraía los datos de los clientes y los utilizaba para suplantar sus identidades, sustraerles dinero de sus cuentas bancarias, cargarles el importe de las compras que realizaba, solicitar préstamos a su nombre, extraer dinero en cajeros, así como otras actividades económico-financieras a través de las cuales se hizo con importantes cantidades de dinero. Pese a su juventud, este joven ya había sido detenido con anterioridad por hechos similares. Sin embargo, con el paso del tiempo fue perfeccionando su técnica, así como su habilidad para engañar, persuadir y disimular su actividad delincuencial.
Su detención se pudo efectuar la semana pasada, cuando se realizaron también dos registros domiciliarios, uno en Albacete y otro en Elda (Alicante), en los que se intervinieron numerosos efectos informáticos que aún están pendientes de estudio y análisis. No obstante, las primeras gestiones apuntan a que obrarían en su poder las bases de datos de una asesoría en la que trabajó y a cuyos clientes habría ocasionado un importante perjuicio económico.