La trayectoria de Roman Zozulia en el Albacete Balompié ha ido de más a menos, probablemente acorde con la decadencia del equipo blanco en las últimas temporadas.

El ucraniano fue uno de los reclamos de los nuevos propietarios que accedieron al club en el verano de 2017. Pese a la polémica que rodeaba al jugador, fundamentalmente por razones extradeportivas, se apostó por las cualidades como atacante en la liga de su país, aunque en realidad nunca fue un goleador nato.

El rendimiento de Zozulia, al menos desde el punto de vista estadístico, no ha ofrecido lo que se esperaba de un jugador de su caché, llamado a marcar diferencias con sus goles, que es lo básico en un delantero. Sus números han ido menguando conforme transcurrían las temporadas de la mano de un equipo que tampoco ofreció un escenario favorable.

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