Armero defendió la «pureza y la verdad» de la Fiesta

A.D.
-

La presidenta de la plaza de toros de la capital, jefa de la UFAM de la Comisaría Provincial, reivindicó en su pregón taurino el papel de la mujer, algo que debe cambiar en un mundo históricamente de hombres

Un momento del pregón de Genoveva Armero. - Foto: Arturo Pérez

La presidenta de la plaza de toros de Albacete, jefa de la UFAM (Unidad de Familia, Mujeres y Menores) de la Comisaría Provincial y portavoz de la Policía Nacional en Albacete, Genoveva Armero Simarro fue la encargada de pregonar la Feria Taurina de Albacete 2021, en un acto que se desarrolló en el Teatro Circo, con presencia, entre otras autoridades, del subdelegado del Gobierno, Miguel Juan Espinosa;  alcalde de Albacete, Emilio Sáez; y  vicealcalde y concejal del Cultura, Vicente Casañ, que tuvo un recuerdo para los presidentes de la plaza de toros fallecidos y apuntó que la de Albacete «será la gran Feria del año en España».

En un teatro que, por su configuración recordó el ruedo de una plaza de toros, adornado con motivos taurinos y una espléndida entrada, se encargó de presentar el acto e introducir  a la presidenta de la plaza de toros, el último pregonero de la Feria Taurina, la del 2019, el profesor universitario, abogado y escritor Javier López-Galiacho Perona, y no podía faltar la música, a cargo de la Unión Musical Ciudad de Albacete, en esta ocasión dirigida por Luis Enrique Hidalgo, por baja de su titular, Alberto Nevado, con la voz de Carmen Roldán, pasodobles, copla,  y con un estreno, un pasodoble dedicado a la pregonera, Genoveva Armero, que es obra del titular de la agrupación.

Javier López-Galiacho en su intervención hizo un guiño a la situación de la Fiesta Nacional, con algunas denuncias sobre la prohibición de los toros y pidió la unión de todos los implicados en espectáculo, invitando a los aficionados a esta importante Feria Taurina, porque «sin Feria, hay toros», dijo.

Sirvió esta introducción para hacer una semblanza profesional,   personal y familiar de Genoveva Armero, descubriendo algunas preferencias taurinas.

  Genoveva Armero inició su intervención recordando «el lujo», tras la pandemia y recordando a los ausentes, que supone «estar en el Teatro Circo» y pidió un fuerte aplauso a la Tauromaquia.

Reconoció que «para mí es un privilegio gozar de esta magnífica oportunidad, que sin duda quedara grabada en mi retina, como una de las mejores experiencias de mi vida, ya que desde edad muy temprana, con mi abuelo paterno y mi padre, comencé a asistir a los toros, haciendo que en mi casa siempre haya existido un sentimiento muy profundo por la Tauromaquia». Reconoció que es una persona que se exige mucho y «siento agudizada esa responsabilidad de ser la primera presidenta en ostentar este honor de ser pregonera de nuestra Feria Taurina, y por el simple hecho de ser mujer, dado que, desde el año 1995 que se iniciara la historia de estos pregones, soy la segunda mujer que lo protagoniza, después de que lo fuera la torera albaceteña Maribel Atiénzar en el año 2009, hace 12 años. Creo que es una de esas cosas que debe cambiar en el mundo taurino, la inclusión de la mujer en un mundo históricamente de hombres».

No olvidó en su pregón los duros tiempos que atraviesa la Tauromaquia. Había que reaparecer, dijo, para ensalzar que «la tauromaquia es una manifestación cultural y artística y no hay espectáculo en el mundo que sea capaz de generar tanta creatividad. También explicó que la Tauromaquia es lucha feminista, por las mujeres que han defendido su derecho a ponerse delante de un toro.

RASGOS. Genoveva Armero defendió «la honorabilidad de la fiesta, su pureza, y su verdad» que son intocables «como cimientos de donde debe residir la estabilidad y durabilidad para que no se resienta esa fuerza que ha mantenido en pie a la tauromaquia durante siglos. De esa fuerza depende que nuestros hijos y nietos puedan seguir disfrutando de esta pasión que hoy nos une aquí» y apunto que corresponde al presidente de cada festejo proteger, mediante su compromiso, la legalidad. Apeló  a los  valores que tanto han identificado al mundo taurino, como son: la humildad, la honradez y la solidaridad e hizo un llamamiento a las instituciones públicas para que consideren el sector taurino equitativamente con otros sectores y ayuden de igual manera a los profesionales taurinos y a a las explotaciones ganaderas de reses bravas. Tras pedir unión para defender con contundencia y sin complejos la integridad de la Tauromaquia, subrayó que los toros no pueden morir, porque moriría España, para finalizar con un ¡Viva la afición!, ¡Viva la Virgen de Los Llanos!, protectora de toreros y cuadrillas, y ¡Viva España!

No podía faltar en este acto el reconocimiento a la pregonera, Genoveva Armero, con  una navaja de Albacete, además del bello pasodoble compuesto en su honor.

El alcalde de Albacete, Emilio Sáez, por su parte, dio las gracias a la encargada de pregonar la Feria Taurina por su magnífica intervención  y valoró el futuro de la Fiesta y por ende, «de nuestra Feria Taurina, que con gran esfuerzo y trabajo podrá celebrarse en apenas unos días y que será la más extensa de la temporada de toros con ocho festejos con las principales ganaderías y seis primeras espadas».

«Esto demuestra -dijo- la importancia, consideración y esfuerzo que hemos realizado para que se celebre nuestra Feria Taurina».