Hemos cambiado de época y ahora la dignidad de la mujer se defiende para que no quede a la zaga de la del hombre. La humillación y el abandono o el maltrato ya no son inevitables. La sociedad ha evolucionado en ese sentido huyendo de la fatalidad y dotando de recursos y conciencia para la defensa de la dignidad.

Si echamos un vistazo a la galería de los personajes femeninos de Puccini, sus inolvidables mujeres son figuras enormemente frágiles, pero nunca sumisas, las trata como heroínas que capturan los corazones del público. 

El género femenino es dominante en la docena de títulos que lega Puccini a la historia de ópera, empezando por Le Villi (que cuenta con cuatro versiones entre 1884 y 1889), Edgar (con otras cuatro versiones entre 1889 y 1905), Manon Lescault (dos versiones, ambas en 1893), La Bohème (1896), Tosca (1900), Madama Butterfly (con cinco versiones entre 1904 y 1920), La fanciulla del West ( primera versión en 1910, y dos años más tarde la segunda versión), La rondine (tres versiones entre 1917 y 1924), Il trittico formado por Il Tabarro, Suor Angelica y Gianni Schicchi (estrenado en el Metropolitan de Nueva York el 14 de diciembre de 1918), y la inacabada Turandot (que completaron tras su muerte Franco Alfano en 1926 y Luciano Berio en 2002), estrenada de forma póstuma en la Scala de Milán el 25 de abril de 1926.

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