Marzo acabó con 8.000 parados más que a finales de diciembre

J.L. Royo
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La provincia alcanzó una tasa de paro del 20,72%, mientras que los ocupados cayeron en 4.500 personas en los tres primeros meses del año con respecto a los datos con los que se cerró 2019.

Imagen de las tascas del Paseo de la Feria, que este año no han podido abrir. - Foto: José Miguel Esparcia

Ayer ser conoció la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre del año y en lo que respeta a la provincia de Albacete lo datos son bastante preocupantes. Y es que el número de desempleados ha aumentado en más de un cuatro por ciento en los tres primeros meses de 2020 con respecto al último trimestre de 2019, situándose en el 20,72% con un total de 38.200 parados, de los que 20.200 son mujeres y 18.000 hombres. Ese número de parados es superior en 8.000 con respecto a diciembre. En esta encuesta empiezan a atisbarse los efectos que puede causar la crisis económica provocada por el Covid-19, y eso solamente abarca los últimos 15 días de marzo.

El caso es que el número de personas ocupadas en la provincia ha descendido de manera preocupante, pasando de las 150.700 con las que acabó el año pasado, a 146.200, es decir, 4.500 ocupados menos que hace tres meses.

Son datos malos, como reconoce el presidente de la Federación de Empresarios de Albacete, Artemio Pérez. «Este dato es muy malo y la previsión es que en unos meses nos acerquemos unas cifras parecidas a las de 2012 cuando teníamos más de 50.000 desempleados en la provincia».

Por su parte, la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, reconoce que la EPA «tiene tradicionalmente un comportamiento negativo en el primer trimestre del año en la región, que se ve acentuado en esta ocasión por la crisis del coronavirus».

Los sindicatos también muestran su preocupación por estos datos, pero sobre todo por el futuro. Así, Carmen Juste, secretaria provincial de Comisiones Obreras destaca que «los datos no reflejan una radiografía real de lo que puede ser el aumento en el desempleo una vez finalizada esta crisis sanitaria». Mientras que Javier González, de UGT, considera que «nos tememos que sea el principio de una destrucción más importe porque muchos ERTE se van a convertir en extinción de contratos».

 

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