El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha valorado que su previsión de que el producto interior bruto (PIB) de España se contraiga un 12,8% en 2020 es pesimista, debido a que el tercer trimestre observó un crecimiento mejor de lo que había considerado.

La jefa de la misión del FMI para España, Andrea Schaechter, ha explicado en una rueda de prensa que las previsiones macroeconómicas publicadas este viernes como parte de su revisión anual de la economía española, conocida como Artículo IV son las mismas que las que publicó el FMI a principios de octubre, por lo que no tienen en consideración los datos del tercer trimestre.

Los pronósticos de que la economía caerá un 12,8% este año "no tienen en consideración que el resultado del tercer trimestre fue mucho más fuerte de lo que habíamos esperado", ha explicado la técnica del FMI. "Pese a que el cuarto trimestre sea más débil, creemos que la caída general del 12,8% que hemos incluido en el informe puede que en realidad esté en el lado pesimista", ha agregado.

De acuerdo con los cálculos del FMI, para que la contracción en el conjunto del año sea del 12,8%, el PIB tendría que caer un 8% en el cuarto trimestre, algo que el FMI no considera que sea "en absoluto posible".

"Creo que la actividad económica de 2020 probablemente sea más cercana a las proyecciones del Gobierno, que esperaba una caída de la actividad económica en 2020 de en torno al 11,5%", ha indicado Schaechter.

La técnica del FMI ha apostillado que pese a esto, el peor resultado del cuarto trimestre impactará en 2021 por el efecto arrastre, salvo que la actividad en el primer trimestre del año que viene sea mejor de lo esperado o que el uso de los fondos europeos sea más intenso de lo que han incluido en sus supuestos.

En el informe publicado este viernes, el FMI ha alertado de que el panorama macroeconómico que sustenta el proyecto de presupuestos del Gobierno "es optimista", ya que el Ejecutivo espera un repunte de cerca del 10% 2021, frente al aumento de alrededor del 7% manejado por los técnicos del Fondo.

Impuestos a los "ganadores" de la crisis

Además, el Fondo Monetario Internacional se ha mostrado a favor de aumentar la carga impositiva sobre aquellos que han salido beneficios de la crisis, al tiempo que ha recetado al Gobierno no proponer por el momento ninguna subida del IVA o de los conocidos como 'impuestos verdes' por su impacto sobre la actividad económica.

Schaechter ha explicado que es importante "elevar la capacidad de ingresos de la economía" para poder lidiar con las prioridades de gastos y para, más adelante, reducir el déficit y la deuda. Sin embargo, también ha indicado que para algunas medidas es necesario encontrar el momento adecuado.

"Apoyamos algunas medidas, particularmente las dirigidas a los ahorros de los individuos de altos ingresos o algunas empresas muy rentables. En la economía hay algunas partes que se han beneficiado o que su actividad se ha expandido durante la crisis", ha indicado la técnica del FMI.

"Es importante que estos ganadores contribuyan con la fiscalidad a financiar las medidas de estímulos, pero que también contribuyan a largo plazo a las necesidades estructurales de gasto", ha agregado.

Sin embargo, ha alertado de que "claramente no es el momento" de plantear subidas del IVA, particularmente en aquellos segmentos que cuenten con tipos reducidos o estén bonificados. Pese a que esta es la "mayor base de ingresos" de las arcas públicas, cualquier cambio en este momento afectaría a la recuperación.

De hecho, en su informe Artículo IV, el Fondo también ha asegurado que una subida del IVA, o un incremento en los impuestos medioambientales, deberían esperar a que la recuperación esté bien encaminada y se acompañe de medidas para proteger a los más vulnerables. Según el FMI, estos incrementos de impuestos podrían tener un "efecto desproporcionado" en la población de bajos ingresos.

Como en otras ocasiones, el Fondo ha valorado de forma positiva cualquier reforma laboral que esté dirigida a acabar con la dualidad del mercado laboral y reducir la temporalidad, ya que es uno de los problemas "estructurales" de España.

No obstante, Schaechter ha alertado de que "no sería beneficioso" modificar o eliminar las reformas laborales que se realizaron en el pasado, ya que existe literatura académica y pruebas de que ayudaron a incrementar la "competitividad" de España y a la creación de empleo tras la crisis.

No obstante, la jefa de la misión para España ha reconocido que otros análisis han mostrado ciertas consecuencias de esas reformas, como un descenso en las horas trabajadas o un "incremento" en el número de trabajadores pobres. "Es importante estudiar esto con cuidado", ha apostillado.