El espíritu del 93

J.L. Royo
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El Albacete ya superó hace 26 años una promoción ante el Mallorca para seguir en Primera División

La plantilla del Albacete, con Víctor Espárrago y Rafael Candel, celebra la permanencia en el vestuario. - Foto: Jesús Moreno

Han tenido que pasar 26 años para que Albacete y Mallorca vuelvan a cruzar sus caminos en una promoción por estar en Primera División. La primera fue en la temporada 1992-93, con los manchegos defendiendo su plaza en la máxima categoría y los baleares aspiraban al ascenso. Ahora las normas han cambiado, aunque el objetivo es el mismo.

El Albacete cumplía su segunda temporada en Primera División y tras un mala inicio, el uruguayo Víctor Espárrago cogió las riendas del equipo en sustitución de Julián Rubio. El equipo estaba en puesto de promoción con ocho puntos y, aunque mejoró un poco al principio, con el paso de las jornadas volvió a caer a la zona baja y terminó en el puesto 17 con 31 puntos, nueve sobre el descenso. Le tocaba jugar la promoción por la permanencia y el rival era el Mallorca, que había quedado cuarto en Segunda División.

Los manchegos jugaron la ida en el Luis Sitjar y se mostraron muy superiores logrando una brillante victoria en tierras baleares (1-3), con tantos de Antonio (28’), Pinilla (44’) y de nuevo Antonio (59’), mientras que Milojevic marcó para el Mallorca en el minuto 61.

Con este gran resultado todo hacía indicar que el partido de vuelta iba a ser una fiesta en el Carlos Belmonte, lleno hasta la bandera para celebrar la permanencia. Pero, nada más lejos de la realidad ya que el Mallorca, en el que jugaban futbolistas míticos como Sala y Fradera, que luego jugaron en el Albacete, salió a por el partido y en 21 minutos le dio la vuelta a la eliminatoria, pasando por encima del cuadro manchego con goles de Luis Delgado y Bogdanovic. Con este resultado el Albacete estaba enSegunda y entonces apareció el gran protagonista de esta promoción. Un gol de Antonio al filo del descanso dio la permanencia a los de Espárrago y lo convirtió en un héroe para la afición y para un club que, tras esta permanencia aún siguió tres temporadas más en Primera División.

 

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