Sumó su primer triunfo de la temporada, y además a domicilio, el Almansa con Afanion, que logró dejar atrás el horrible debut ante Acunsa Gipuzkoa. Sin embargo, en el debe pesa el haberlo hecho contra un mermadísimo Levitec Huesca La Magia, sin apenas jugadores interiores, que le tiró casi ochenta veces a canasta (34 triples) y que a pesar de la diferencia de valoración entre ambos y los veinte puntos de desventaja antes del intermedio se mantuvo con vida hasta el último minuto.Resulta difícil precisar en qué medida el rendimiento se corresponde a una mejoría y no a las evidentes debilidades de un rival al que se le veían las carencias cada vez que tenía que mirar al banquillo. Con el juego interior muy mermado, buena parte de los duelos para los Lee, Bercy o Dimakopoulos fueron contra Mara, un niño de 16 años y 2,18 metros, que apunta maneras, pero aún tiene mucho que pulir. Lo único que no tenía que cambiar, y no cambió, fue el rendimiento de Polanco, autor de 28 puntos ante Gipuzkoa y, a pesar de la paliza sufrida, incluido en el quinteto titular del acto inaugural por la liga.

En el último cuarto, con 58-66, la incapacidad anotadora local, tras cuatro minutos sin una sola canasta, ponía las cosas si cabe más fáciles al Almansa, empeñado en renunciar a esa victoria tranquila. Un balance defensivo horrible, así como una inoportuna técnica al banquillo de Rubén Perelló acercaron al Peñas Huesca más que nunca (70-74). Menos mal que apareció Polanco para labrarse él solo una penetración psicológicamente determinante y para darle al juego lo que no tuvo en toda la tarde: pausa. Solamente en el último minuto respiró el Almansa, por fin con los deberes hechos y con la primera victoria en el bolsillo (72-83).