Se ha convertido en el fenómeno de la Navidad española por excelencia. De un tiempo a esta parte, el Ayuntamiento de Vigo, con su alcalde, Abel Caballero, a la cabeza, ha revolucionado esta ciudad gallega al hacer de la iluminación navideña un proyecto turístico de primer orden... plantando cara incluso a otras capitales con más tradición en lo de celebrar por todo lo alto, con iluminación de impacto, las fiestas navideñas. 
Durante años es indiscutible que Madrid se llevaba la palma en este asunto y, de hecho, el negocio navideño sigue siendo un fenómeno económico más que importante para la capital de España.  Cada fin de semana, al margen de los viajes particulares en automóvil o en ferrocarril, son numerosos los autobuses que, cargados de albacetenses, viajan a Madrid para disfrutar del ambiente navideño, un asunto del que algunas agencias han hecho un negocio más que notable. Y quizá, conscientes de que invertir en Navidad puede resultar rentable, las instituciones y los empresarios del sector han querido conocer en qué consiste el fenómeno vigués y de qué forma se puede trasladar, importar.
Así las cosas, el Gobierno de Castilla-La Mancha y la Asociación provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Albacete (APEHT) se reunieron días atrás con el concejal de Fiestas, Distritos y Comercio del Ayuntamiento de Vigo, Ángel Rivas González, para conocer el impacto económico y su estrategia de dinamización turística que tiene esta localidad pontevedresa, gracias a su apuesta de atracción navideña. 

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