Araceli Hidalgo ha vuelto a hacer gala de su naturalidad. Fue la primera persona en recibir la vacuna en España el pasado 27 de diciembre, pasados nueve meses desde que se declaró la pandemia, abriendo un horizonte de esperanza para todos tras los meses más duros de propagación del virus. Este jueves ha participado en el homenaje de Estado a las víctimas del coronavirus y al personal sanitario que ha tenido lugar en el Palacio Real, en Madrid.

Allí, y tras agradecer su labor a sanitarios y cuidadores que “con su trabajo y esfuerzo han salvado muchas vidas y las están salvando”, no ha dudado en mandar un mensaje a los más jóvenes para que “respeten la pandemia”, consciente de que esta quinta ola se está extendiendo entre esos grupos de edad, llevando a las administraciones a plantear nuevas restricciones.

También tuvo palabras para “enfermeras, enfermeros, y los trabajadores de las ambulancias”, y envió un cariñoso saludo a sus “compañeras” de la residencia Los Olmos de Guadalajara, de la que es usuaria, así como a los profesionales que allí trabajan.

El periodista Fernando Ónega, conductor del acto, aseguró que Araceli ha representado en este homenaje “la prioridad” que se le dio a los mayores en estas vacunas por ser un colectivo “duramente castigado” por la enfermedad.

Araceli ha estado acompañada de su hija, Carmen Rodríguez Hidalgo, que también dirigió unas palabras en este emotivo acto presidido por los reyes, en las que declaró su “profundo agradecimiento” al colectivo de cuidadores de mayores que, a su juicio, han realizado su labor en pandemia “con entrega absoluta”, como los que han “protegido, cuidado y mimado” a su madre, dijo. “Doy fe de ello”.

Carmen quiso también mandar un mensaje de esperanza: “deseo compartir con todos nuestra profunda admiración a la ciencia por la creación y el avance de las vacunas que nos permiten mirar al futuro con ilusión y esperanza”.