Los banquillos de Segunda no se enfrían

Juan Carrizo
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La temporada dejó 18 movimientos en 11 clubes diferentes, pero se llevó la palma el Córdoba, que llegó a tener cuatro técnicos y no pudo evitar el descenso de categoría

Luis Miguel Ramis, renovado con el Alba, celebra la victoria en Majadahonda. - Foto: Josema Moreno (Masquealba.com)

Mucho se ha dicho sobre la alta competitividad de la Liga 123. Para muchos, su nivel de exigencia es superior a Primera, donde suele estar claro quién luchará por arriba y quién lo hará por abajo incluso antes de comenzar el campeonato. En Segunda, todo es una incógnita, porque a pesar de las enormes distancias entre los presupuestos de los de arriba y los de abajo, las cosas tienen a igualarse sobre el césped y de ahí que, año tras año, las sorpresas siempre aparezcan, tanto en lo positivo como en lo negativo.
Varios son los clubes que un alto presupuesto que se han quedado esta campaña fuera de la lucha por el ascenso, mientras que otros han sorprendido, como puede ser el caso de un Albacete que partía con el 14º presupuesto de la categoría en cuanto a límite salarial y que subió a la 12ª posición tras los reajustes realizado por LaLiga por los movimientos producidos en el mercado invernal. También el Mallorca, que sigue inmerso en la pelea por el ascenso tras ser el verdugo del Alba, no partía entre los favoritos, ni mucho menos, tras haber logrado regresar de la Segunda B, lo que había hecho el Alba un año antes.
Todo este nivel de exigencia ha hecho que los banquillos vuelvan a echar humo. Hasta 18 cambios se llegaron a producir, obviando la presencia de Eduardo Vílchez una semana en el banquillo del Extremadura tras la destitución de Rodri y la llegada de Manuel Mosquera.

 

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