Editorial

La importancia de 'apagar' los incendios en invierno

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Mantener limpio el monte servirá para que las generaciones venideras se impliquen en un tema como el medio ambiente

La delegada provincial de Desarrollo Sostenible, Llanos Valero, lo subraya con rotundidad: «Nosotros siempre decimos que los incendios se apagan en invierno, porque es gracias al trabajo que estamos haciendo ahora cómo estamos preparando el monte, en definitiva, para que no se queme».  El trabajo al que se refiere Llanos Valero se lleva a cabo en los ocho meses restantes del año a cargo de 22 brigadas, cada una de ellas, formadas por entre 12 y 15 personas, y que generalmente vienen a ser las mismas personas que luego conformaran los retenes de la lucha contra el fuego. Son en total 304 las personas de Geacam, dependiente de la Junta, cuyo menester en la provincia es llevar a cabo los conocidos como tratamientos selvícolas, de los que, no obstante, a diario pueden estar en el campo unas 250.

Este año pese al parón del Covid, sin embargo ya se lleva trabajando en tratamientos selvícolas sobre 1.300 hectáreas de campo, en otros años en los que no había pandemia se podía llegar, señala la delegada provincial de Desarrollo Sostenible, a las 2.000.

Es importante que se conozca la labor de tantos operarios que, durante el invierno, trabajan a destajo para que durante el verano ocurran menos incendios como se hizo balance en este último año, con 800 hectáreas quemadas. Ahí también es vital que se dé a conocer la labor de las administraciones que, a base de dinero y partidas presupuestarias, mantienen un sector como el Geacam y el Desarrollo Sostenible que dota a las provincias de una red necesaria para que todo el trabajo se haga convenientemente y de esta forma se mantenga el medio ambiente, que es uno de los recursos que llenan de vida tanto los paisajes como los lugares que hay en la provincia.

También hay que resaltar la labor, además del Geacam, del personal de incendios del Servicios Especiales y de Prevención y Extinción de Incendios de Albacete (Sepei) como servicio público de prevención, vigilancia y extinción de incendios y salvamento de la provincia, que depende de la Diputación Provincial, porque sin ellos cuando el fuego acecha no habría suficiente gente capaz de apagar las llamas, algo que, por desgracia, hemos visto en los últimos años en Férez y Hellín, donde la fuerza de los devastadores incendios arrasaron miles de hectáreas.

Como conclusión hay que decir que para que los fuegos se apaguen en invierno y para que no se olvide nunca es necesaria la coordinación sistemática entre las administraciones, un personal laboral que esté implicado y concienciado de que en cualquier momento puede saltar chispa que acabe en incendio. Por eso, mantener limpio el monte, sin suciedad que pudiera provocarlo o el hacer cursos de concienciación de lo importante que es el medio ambiente, servirá para que las generaciones venideras se impliquen en un tema que nos concierne a todos como es nuestro planeta.