Se llama Milagros Perales del Castillo, tiene 85 años, ha sido profesora toda su vida y lleva un grupo empresarial con 28 empresas que en 2020 facturó 80 millones de euros. Ella es la premiada de Cecam por la provincia de Toledo por llevar el grupo Talauto, que no paró durante el confinamiento, pues se construyeron nuevas instalaciones y en 2021 aumentó plantilla. Ella demostró tener ganas para rato: «Dentro de veinte años espero volverme a juntar con ustedes aquí haciendo otro evento».

La premiada por Guadalajara, Teresa Quiles, del Grupo Quiles Orozco, quiso enviar un mensaje dirigido a las administraciones: «Seguimos necesitando vuestro apoyo para ganar competitividad y generar empleo. Sin empresarios no hay futuro».

El premiado de Cuenca, Francisco Javier Talavera, fundador y gerente de Sertranin, tiene en estos momentos 200 vehículos para el transporte. Como en el auditorio había muchos políticos y responsables públicos, trajo una lista de reivindicaciones. Pidió «mayor formación de conductores, refuerzo y búsqueda de trabajadores» y reclama que se haga algo ante el precio del combustible.

Abelardo Monedero, de Albacete Agrícola, premiado por Albacete - Foto: Javier PozoEl premiado por Albacete, Abelardo Monedero, reivindicó que desde su empresa Albacete Agrícola, especializada en maquinaria agrairay fitosanitarios han contribuido en todos estos años «a uno de los grandes motores económicos de Castilla-La Mancha, como es el sector agrícola».

Por Ciudad Real hubo dos empresarios premiados, los dos socios de Inkiele: Eleazar Belmonte y Kiko Santo. Comenzaron haciendo boquerones en vinagre cuando crearon Inkiele y desde hace cinco años se lanzaron a la gran distribución. Habló en nombre de los dos Kiko Santos, que bromeó al agradecer a su socio que le haya aguantado todos estos años. «A veces me pongo muy cabezó», reconoció. Señaló que apuestan por generar riqueza, empleo y también por el deporte, con el Inkiele Socuéllamos de voleibol femenino.

Colectivos reconocidos. Pero no solo hubo premios para empresarios. De hecho, los primeros en recibir el calor y el aplauso de los presentes fueron los colectivos que precisamente el año pasado fueron reconocidos por su labor durante un periodo de excepción, el de la pandemia, sin los que muchas de las empresas, y muchos de nosotros, no seríamos hoy los mismos. Fueron los sanitarios de Castilla-La Mancha, por su «encomiable labor». Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad del Estado, indispensables en los momentos más duros del confinamiento y los meses posteriores para garantizar la seguridad de los ciudadanos. El personal de las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social, fundamentales en la tramitación de ayudas. Los trabajadores de las organizaciones empresariales de la región, que han sido apoyo y soporte para el asesoramiento de todas esas empresas con dudas en aquellos duros momentos. Y trabajadores de la administración regional que han tramitados los famosos ERTE que han permitido dejar la economía en suspenso, y mantener buena parte del empleo.

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