El fútbol es un extraño camino de ida y vuelta. La temporada pasada López Garai visitó el Carlos Belmonte como entrenador del Tenerife para enfrentarse al Albacete de Ramis. El resultado fue contundente, 0-4 para los canarios.
Un año después López Garai ocupa el banquillo el Albacete y Ramis llega con el Tenerife, donde se estrenó el jueves con una derrota con casa del Almería. Ambos equipos están en horas bajas, han perdido sus tres últimos partidos y la necesidad aprieta, más en los manchegos que son colistas, mientras que los canarios esperan ahora la reacción del equipo con el nuevo técnico en el banquillo.
Los de López Garai acumula ya seis jornadas sin ganar y el técnico vasco podría estar jugándose el puesto. Las sensaciones son muy malas, en un equipo que comete los mismos errores cada semana y que no es capaz de generar ni una pizca de optimismo por mucho que, como siempre en estos casos, se hable de reacción y de capacidad.
La facilidad con la que los rivales se llevan los tres puntos ya no genera dudas, directamente la afición ve claro que el descenso es más que una opción, pues la plantilla no parece dar para mucho más y las miradas, otra vez, van hacia el director deportivo.
López Garai sigue sin poder contar con Fran García y se cayó Liberto, tras sus problemas en Logroño. El técnico volverá a hacer rotaciones y, a tenor de lo visto en el último entrenamiento, Arroyo puede jugar de central y llegaría el retorno de Carlos Isaac, que tan buenas sensaciones dejó antes de su lesión.
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