Turistas que se cuentan por miles en el Hueco de los Chorros; espeleólogos que no se resisten a dejar de aventurarse en el secreto de la octava mayor cueva de la Península y aficionados al trail que disfrutan, y sufren a la par, con el desafío de correr por la montaña, son los nuevos pobladores del Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima, que en poco más de una década ha duplicado sus visitantes.¿Cómo gestionar tamaña actividad? Esta es la pregunta que la junta rectora del parque ha puesto sobre la mesa a un grupo de trabajo de 23 personas -entre representantes de ayuntamientos, hosteleros, federaciones deportivas e investigadores- para estudiar distintas opciones de gestión del uso público. Las alternativas van desde que sea la administración pública la que siga asumiendo todas las tareas, con el riesgo de que en época de vacas flacas vengan los recortes, como ocurrió en 2011, o encomendar a empresas privadas esta gestión. También hay opciones intermedias.