El Atlético Albacete se impuso con más dificultad de lo que marca el resultado a un Torrijos sin suerte ni acierto. El filial del Albacete confirma que su reacción sigue en buena línea.

n el 29 se adelantó en el marcador el equipo visitante después de que Verdú lanzase un trallazo soberbio desde fuera del área, que llevó el balón a una de las escuadras de la portería local. Tras el paso por vestuarios, Roque tuvo la primera opción para conseguir el empate pero no tuvo acierto en su intento. En el minuto 55, llegó un mazazo para las aspiraciones del equipo rojiblanco ya que Alvarito abrió más brecha en el marcador. El hábil extremo se internó por la izquierda y disparó con tan buena suerte que rozó en un defensa torrijeño y acabó entrando en la red de la portería local. El Torrijos siguió insistiendo en que se podía meter en el partido y así fue, ya que en el minuto 62 se produjeron unas manos del defensa visitante, Acosta, que el colegiado entendió como pena máxima. El lanzamiento a cargo de Escorero significó el primer gol local.

El Torrijos se volcó de forma descarada en busca del 2-2 dejando huecos atrás, una circunstancia de la que se aprovechó el equipo dirigido por Mario Simón para colocar su tercer gol en el marcador. Fue una consecuencia de un pase de Verdú sobre Zaka, quién resolvió de forma perfecta la jugada.