Rutas animales de alta tensión

E.F.
-

El grupo que dirige Miguel Ferrer, investigador de la Estación Biológica de Doñana (CSIC), propone usar la base de los apoyos de las líneas de alta tensión para crear una gran red de corredores entre espacios naturales protegidos

Imagen de una línea de alta tensión. - Foto: Alberto Rodrigo

En la provincia de Albacete, existen 16 espacios naturales protegidos por la Red Natura 2000, que suman entre todos una superficie que ronda las 300.000 hectáreas. Ahora bien, ni las especies animales ni las vegetales saben lo que es un espacio protegido, ni tampoco son conscientes de estar en uno.  

Esta simple realidad plantea el problema de la movilidad entre estas áreas, que representan un 20% de la superficie provincial, y un grupo de científicos del CSIC acaba de proponer una idea que como poco es muy original: utilizar el espacio que ocupan en el territorio las redes de transporte eléctrico.

Según el equipo de la Estación Biológica de Doñana que encabeza Miguel Ferrer esta red tiene 44.000 kilómetros de longitud y «el 15% de las torres de transmisión están dentro de la Red Natura 2000 de la UE, lo que prácticamente conecta cada espacio natural protegido de la Península Ibérica».

En el caso concreto de la provincia de Albacete, la red básica de transporte de energía eléctrica corta el territorio casi en diagonal, pues su eje principal entra desde el noroeste, pasa junto a la capital en la zona de Romica y sale en dirección sudeste. En la Subestación Pinilla, situada a mitad de camino entre Chinchilla y Ontur, esta línea principal converge con otra que procede de Ayora y de la que, a su vez, parte un ramal a la subestación Campanario, en Bonete.

El estudio del CSIC, elaborado en colaboración con Red Eléctrica Española (REE) parte de la base de que la respuesta ecológica más común al cambio climático son los cambios en la distribución de especies. Sin embargo, la fragmentación del paisaje compromete la capacidad de dispersión limitada de las mismas lo que, a su vez, disminuye su capacidad de adaptación.

justo en la base. «Analizamos si la gestión del hábitat ubicado dentro de la base de los apoyos de las líneas de transporte de energía eléctrica permite aumentar la riqueza local de las especies» y para ello se eligió un tramo de la red en Andalucía en cuyos apoyos se crearon refugios y se plantaron arbustos nativos.

En estos espacios, prosigue el investigador del CSIC que se halla a cargo del estudio, «pudimos aumentar la densidad y diversidad de varias especies de invertebrados y pequeños mamíferos, así como el número de aves y especies de aves, aumentando la biodiversidad local».

(Más información en la edición impresa).