«Hay una pandemia de la que se habla poco: la pornografía»

M.C.S.
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«El sexo es bueno, es buenísimo (...) Dios lo ha puesto para nuestra felicidad»

Patxi Bronchalo, sacerdote y autor del libro ‘Cuando el sexo te atrapa'. - Foto: Delegación de Medios de Comunicación

En este domingo previo a San Valentín recomendamos la lectura del libro que el sacerdote Francisco Javier Bronchalo -Patxi Bronchalo-, presentó en Albacete: Cuando el sexo te atrapa. Entender, afrontar y sanar el problema de la pornografía.

Patxi, ¿por qué ha escrito este libro?

Hay una pandemia de la que se habla muy poco: la pornografía, que está haciendo daño a cientos de miles de personas en el mundo, especialmente a los más jóvenes, a noviazgos, a matrimonios. Intento dar luz sobre este tema que también es muy tabú: está socialmente muy aceptado, pero no se habla de las consecuencias, del daño que está haciendo, ni tampoco de un posible camino de sanación, porque si no se ve como un problema, tampoco se habla de la solución.

Desde tu propia experiencia, te diriges especialmente a los jóvenes. ¿Qué le pasó?

Cuando yo era un chaval, la primera vez que vi pornografía fue sin intención, sin querer, porque un amigo lo puso, y esto es lo que les pasa a muchos jóvenes, que habiendo escuchado que es algo malo, que hace daño, les llega sin quererlo a través de alguien mayor que él, de la familia, de un amigo, y de repente se dan cuenta de que se han quedado enganchados: no lo pueden dejar y se ha creado un vicio que en el futuro puede ser una adicción. 

Cuenta también su testimonio de superación del problema, y el de otras personas.

Sí. Hay muchos jóvenes y adultos que han podido superarlo, con la ayuda adecuada. A algunos les afectaba hasta tal punto que robaban para poder mantener su adicción, o faltaban al trabajo.

¿Cuáles son las principales causas de que la pornografía esté hoy en día tan extendida? 

La pornografía presenta una serie de características: es agresiva, con el añadido de morbosidad que provoca al verla; socialmente está muy aceptada -por ejemplo, en una conversación sobre el tabaco alguien podría reprenderte sobre si es bueno fumar o no, pero no en el caso de la pornografía. También es muy asequible: hay cantidad de pornografía gratis en la web, pero las grandes empresas que están en esto se preocupan de que el que lo ve, empiece a pagar por ello. Todo esto hace que se normalice y se extienda.

¿Al no hablarse del daño que hace, va ganando aún más terreno?

Sí. También a través del lenguaje se va colando: no se habla de pornografía, sino de entretenimiento de adultos; ni de actores porno, sino de performers; también hay entrevistas a pornostars en horario de máxima audiencia en programas y canales de televisión que ven jóvenes. 

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