La Comandancia de la Guardia Civil de Albacete envió a la chatarra 606 armas de todo tipo como parte de la compentencia que tiene el instituto armado en materia de armas y explosivos. La Unidad de Intervención de Armas y Explosivos destruyó sobre todo escopetas y otras armas largas, 519, junto a revólveres, pistolas y otras armas cortas que suman 35 casos más. El rest era armamento de otro tipo. La Comandancia trasladaba estos datos a La Tribuna con motivo de la conmemoración la pasada semana del Día Internacional de la Destrucción de Armas de Fuego, con el fin de promover acciones para la eliminación de las armas de fuego de origen ilícito.

El instituto armado explicaba que es la Intervención de Armas la que controla el acceso legal a las armas, para lo cual el Reglamento vigente establece unos requisitos, entre los que se encuentran la carencia de antecedentes penales así como la superación de pruebas teóricas y prácticas sobre el uso y manejo. Las armas que se remiten a destrucción son «reducidas a chatarra mediante un proceso de fundición o similar», y se trata de armas a destruir por diversos motivos, «algunas de ellas están implicadas en ilícitos, penales o administrativos y tras el correspondiente procedimiento se determinan su destrucción». Otras armas acaban destruídas por cesar sus titulares en el derecho a la tenencia y uso y no haber sido adjudicadas en subastas. La Comandancia albacetense explica además que «la inutilización de un arma, a partir del año 2011, está regulada por una normativa muy severa, de tal modo que es sometida a un proceso que afecta a todas las piezas fundamentales de ésta, siendo imposible volver a usarla con plena capacidad de funcionamiento».