Albert y Carlos no se conocían antes. El primero procede de Barcelona y el segundo es de Cáceres. Se han encontrado en Albacete, en la Escuela de Ingenieros Industriales, donde disfrutan de una semana de ciencia, junto a otros cinco estudiantes de 4º de la ESO llegados de otras ciudades españolas.
«Nunca había trabajado con estas herramientas tan precisas», admite Carlos Pereira, mientras cuenta como disfruta en la clase de metrología, manejando un pie de rey y unos bloques patrón que le permiten medir una pieza con una gran exactitud. A su lado, Albert Jiménez manifiesta lo interesante que le ha resultado diseñar un prototipo de una pieza en el ordenador y después verla materializada en una impresora 3D, «está muy bien, jamás había trabajado con la impresión 3D y me ha gustado mucho, creo que tiene muchas aplicaciones prácticas», dice Alberto, mientras habla de su interés por la Física de Partículas.
Los dos son estudiantes de 4º de Bachillerato. Sus excelentes calificaciones les han permitido optar a una de las 1.560 plazas que se ofertan en los Campus Científicos de Verano, organizados por el Ministerio de Educación y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), dirigidos a alumnos de último curso de Secundaria y 1º de Bachillerato, para reforzar su gusto por la ciencia e incentivar las vocaciones científicas. Para optar a esta convocatoria se exige una nota media de un 8,5, aunque los seleccionados superan el 9,5. Son alumnos brillantes.
Estos Campus Científicos de Verano se vienen organizando desde el año 2010, hasta la fecha han participado un total de 14.915 estudiantes (63,79% chicas y 36,20% chicos), en 593 proyectos de 31 universidades. En el campus universitario de Albacete tienen lugar cuatro de los 52 proyectos de investigación entre los que podían elegir este año los alumnos interesados por estos Campus Científicos y que se celebran gracias a la colaboración de 13 universidades españolas, entre ellas la Universidad de Castilla-La Mancha.
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