La llegada a nuestras vidas del coronavirus y las frías estadísticas diarias de fallecimientos han hecho que, desgraciadamente, la muerte esté más presente en nuestras vidas. Esto ha provocado que los albacetenses tengan un mayor interés por dejar sus últimas voluntades reflejadas en un documento legal.
Así al menos lo asegura el decano del Colegio Notarial de Castilla-La Mancha, Luis Fernández-Bravo Francés. «Existe un interés mayor por parte del ciudadano por conocer la legislación y las posibilidades a la hora de hacer testamento».
Sin embargo, no es más que curiosidad, ya que ese interés no se ve reflejados en los datos estadísticos con los que trabaja el Colegio. Concretamente, desde el 1 de enero hasta mediados del mes de octubre los notarios albacetenses realizaron 3.500 testamentos, mientras que en todo 2019 llevaron a cabo 5.100.
Aunque quedarían por contar dos meses y medio, parece evidente que este año habrá menos testamentos que en 2019, aunque esto se debe principalmente a los meses de parón que provocó la pandemia y el estado de alarma, como ha ocurrido prácticamente con la totalidad de los documentos notariales. «La tendencia es la misma que en el resto de documentos, no hay un incremento evidente. Lo que si que es verdad es que a nivel de notaría se percibe un interés mayor, porque la gente pregunta mucho».
Si hablamos de documentos en general, en Albacete en el año 2019 los notarios gestionaron unos 64.000 documentos y hasta mediados de octubre de 2020 unos 40.000. Aunque diciembre es un mes en el que hay bastante actividad, porque la gente quiere dejarlo cerrado todo antes de acabar el año, Fernández-Bravo asegura que las cifras «no se van a igualar con el año 2019 por mucho que crezcan los documentos. Es fácil que se pierda una cuarta parte de la actividad, algo que se debe al estado de alarma».
Si comparamos las cifras totales de documentos con los testamentos, podemos decir que esos testamentos han supuesto un 8,75% del trabajo de los notarios durante 2020.
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