La casualidad quiso que en la tarde del pasado domingo, el guarda encargado de los cotos de caza municipales de Noblejas se topara con unos restos óseos que al parecer podrían pertenecer a una mujer que desapareció en abril del año pasado en las proximidades de la residencia en la que estaba viviendo.

Aunque las pruebas forenses aún no han acreditado que los restos hallados pertenezcan a esta mujer, las circuntancias, la zona (próxima a la residencia de donde desapareció) y ropas encontradas en el lugar del hallazgo hacen presagiar que los hueso pertenecen a Josefa Navarro, una mujer de 82 años que padecía alzheimer, y cuya alerta de desaparición se produjo a mediados de abril del año pasado.

El primer teniente de alcalde, Ángel Luengo, que prefería esperar a las pruebas forenses para certificar que los restos óseos pertenecen a esta octogenaria, señalaba que el guarda fue el encargado de avisar a la Guardia Civil y también a los responsables municipales del triste hallazgo. Y añadía Luengo que el lugar en el que se han encontrado los restos es una zona muy escarpada y de difícil acceso.

En este sentido señalaba que cuando se produjo la desaparición de esta mujer en abril de 2019 se realizaron varias batidas en las que participaron tanto Guardia Civil como Protección Civil de Noblejas y Ontígola sin que las búsquedas dieran ningún resultado quizá, precisamente, por la dificultad de acceso a la zona en la que ahora se han encontrado los restos.

Josefa Navarro desapareció en la tarde del 11 de abril cuando salió a dar un paseo del que no regresó.

Este domingo, alrededor de las  17,40 horas, el guarda de Noblejas parece que ha dado con su paradero. Los restos óseos encontrados fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal para la confirmación de la identidad del cuerpo mientras la Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación de este hallazgo.