Matar una decena de corridas de toros en las ultimas temporadas, se ha convertido en toda una hazaña, sobre todo si tenemos en cuenta que el líder del escalafón apenas ha sobrepasado la cuarentena de corridas toreadas, por lo que la temporada de 2019 para Filiberto, se podría catalogar como buena, siempre con la mente puesta en crecer y llegar a las ferias. Filiberto, torero de Calasparra, pero hecho en la Escuela Taurina de Albacete, es considerado por los aficionados como torero nuestro, por lo que La Tribuna de Albacete ha querido valorar junto al propio diestro la temporada pasada.

«No está fácil torear, sobre todo para los toreros que no estamos en los circuitos de las grandes ferias, torear 10 corridas en España, más una en Perú y unos cuantos festivales, para mí el balance ha sido positivo, sobre todo porque he ido creciendo y encontrándome cada vez mejor durante la temporada. Además, he matado toros de distintos encastes, todo dentro de una lógica y con sentido común, por lo que pienso que los toreros debemos ir abriéndonos caminos y ser capaces de enfrentarnos a distintos tipos de toros, además es enriquecedor para tu tauromaquia, porque aprendes los distintos comportamientos y hace que crezcas como torero».

Como dice el torero, se ha ido sintiendo cada día mejor a lo largo de la temporada. «Como decía antes, ha sido una temporada que ha ido de menos a más, sobre todo desde finales del mes de julio hasta octubre, siendo el colofón la última corrida en Hellín, con los Miuras, que fue una tarde muy importante, a pesar de las decisiones del palco, y aunque numéricamente no fue como yo quise, al final las sensaciones y como me encontré fue positiva y para mí la tarde más reconfortante y de la que más orgulloso me siento».

Siempre puede haber algo sobresaliente a lo largo de la temporada. «Ha habido cosas buenas durante el año, como un toro que toreé en Almadén, al que corté una oreja, que podrían haber sido más si no lo pincho, que fue en Julio en una corrida televisada con El Fandi y López Simón, de la que me han dado el premio a la mejor faena de la tarde, un toro que toree muy bien en Calasparra, pero sobre todo lo mejor ha sido el conjunto de la temporada, con capote, muleta y espada, la actitud y soltura, sobre todo en la de Hellín, que era una corrida de Miura, toros a los que nunca me había enfrentado y que todos sabemos de sus dificultades, pero fui capaz de sobreponerme y puede ser la corrida en la que más he disfrutado, si no es la que más. Además, la espada la he entrenado mucho y creo que le he ido cogiendo el sitio. En cuanto a lo peor de la temporada, tampoco ha habido ninguna tarde en la que me haya afligido o haya estado mal».

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