«Acabé Medicina y quería ser médico de familia»

Teresa Roldán
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«Trabajar como médico rural te aporta muchas satisfacciones, los pacientes son gente agradecida»

Enrique Arjona. - Foto: Arturo Pérez

Natural de Tarazona de la Mancha, el doctor Enrique Arjona, especialista en Medicina de Familia y doctorado por la Universidad Autónoma de Madrid, afronta los últimos meses antes de su jubilación, el próximo mes de octubre a los 66 años de edad, como médico rural de Salobre, con una buena noticia. Por fin, la Academia de Medicina de Castilla-La Mancha, órgano del cual es el tesorero y uno de los impulsores de este proyecto, contará con una sede definitiva en pleno centro de la ciudad, en concreto en la Posada del Rosario, tal y como anunciaron hace unos días el alcalde de Albacete, Emilio Sáez, y el vicealcalde, Vicente Casañ. 

Y es que si bien todos los integrantes de este órgano científico y consultivo, cuyo germen es la Sociedad de Medicina y Cirugía de Albacete, han puesto todo de su parte para que esta institución echara a andar y encontrara un hueco en la sociedad albacetense, el doctor Arjona puede colgarse la medalla de que su amistad con el exconcejal socialista Martínez Simón, le ha servido para que este mediara con el equipo de Gobierno en la consecución de una sede para la Academia de Medicina. El doctor Arjona, que también es especialista en Salud Materno-Infantil y Analgesia, siempre tuvo claro que su sitio como médico era la Medicina de Familia y el ámbito rural y si volviera a nacer lo repetiría.

¿Donde estudió la carrera?                  

En la Facultad de Medicina de Valencia, donde acabé en 1985. Inmediatamente después realicé un curso de especialización en el Hospital Marteno-Infantil y terminado éste me vine para Albacete, donde me colegié como médico y empecé las sustituciones. Nunca me planteé hacer el MIR, porque desde que acabé la carrera yo tenía claro que quería ejercer como médico de Familia y en un pueblo y si volviera a nacer lo repetiría. Entonces éramos médicos generalistas por examen, que dependíamos del Insalud, y en los pueblos en esa época el médico de cabecera era el jefe local de Sanidad, de quién dependía el permiso por ejemplo de la apertura de un bar.

¿Cuándo entró en la Sociedad de Medicina y Cirugía como socio?

Me hice socio en el año 1993 y después Pedro Tárraga confió en mi como tesorero en el 2007, entrando a formar parte de la junta directiva. Desde hace dos años que se extinguió la Sociedad y se constituyó por Ley la Academia de Medicina de Castilla-La Mancha entré a formar parte de la misma como socio. 

Desde hace dos años la Academia de Medicina de Castilla-La Mancha, por fin, vio la luz después de muchos años de peregrinaje.

Muchos años han pasado desde que se empezó a fraguar este proyecto, en torno al año 2008 o incluso antes, porque Castilla-La Mancha era la única región que no disponía de este órgano. Sin embargo, el espaldarazo definitivo se lo dio el Gobierno de Castilla-La Mancha, y su entonces consejero de Educación, Ángel Felpeto, que en la Semana Santa de 2017 me telefoneaba comentándome que desconocían que este proyecto estuviera pendiente en su departamento, y se comprometían a impulsarlo, tal y como sucedió. 

La pandemia del coronavirus ha frenado el desarrollo de la institución que ahora, con el nombramiento de 10 académicos más de toda la región, ha cogido un mayor impulso, ¿para cuándo su nombramiento como académico?

Es cierto que el Covid-19 ha frenado mucho el avance de la Academia, que podría haber jugado un gran papel como asesoramiento del Gobierno de Castilla-La Mancha en cuestiones relativas al virus. Tras el nombramiento de la última remesa de académicos, tal y como se publicó en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, y una vez ocupen sus correspondientes sillones en los próximos meses, está previsto que en torno a enero o febrero de 2022 se proceda al nombramiento de otros 10 más en las diferentes categorías, y espero que en ese cupo me llegue el turno. Mi currículum no es el mejor pero no es malo, tengo experiencia y trayectoria para estar aquí, además de que cuento con el doctorado, así que confío en entrar en la institución pronto.

¿Qué ha influido para que, teniendo en cuenta que hace unos meses no hubiera ninguna concreción sobre la sede definitiva de la Academia y su ubicación en Albacete, ahora se haya fijado la cesión de un lugar, ha mediado alguien?

Por su afinidad política con el PSOE, el exconcejal socialista Francisco Martínez Simón, fue el que dejó el tema encauzado con el entonces vicealcalde de Albacete y ahora alcalde, Emilio Sáez, tras conversaciones conmigo como vecino suyo de café y tertulia que somos. En uno de los encuentros de miembros de la Academia, entre los que me encontraba yo, con Emilio Sáez, yo fui claro y le dije que la sede de la Academia corría peligro de que se pudiera ir a Ciudad Real, que también cuenta con Facultad de Medicina. Entonces me dijo que eso no va a ocurrir, y lo ha cumplido.

¿En cuántos pueblos ha ejercido como médico rural?

Prácticamente en la mitad de la provincia. Desde sitios pequeños como las Navas de Jorquera, a otros medianos, como Alcaraz, y otros municipios grandes como Almansa, Villarrobledo, Hellín, así como en la casi totalidad de centros de salud de la capital.

¿Cuándo desembarcó en su destino actual, Salobre?

En 1994 llegué a la zona de Alcaraz, como médico en la localidad de Peñascosa, haciendo rutas todas las semanas por pedanías y aldeas muy dispersas geográficamente. Allí estuve 18 años y me desteté bien como médico rural, algo muy diferente a la experiencia que como médico había vivido antes en centros de salud grandes, masificados en invierno. Ya en ese momento me encontré una población bastante envejecida, con instalaciones mediocres y material deficiente.

¿Qué inconvenientes y ventajas le encuentra al ejercicio como médico en el ámbito rural respecto al ámbito urbano?

Entre los contras, la dispersión geográfica de los pueblos de la Sierra, y la distancia considerable, que no cumple las normas, de derivación de urgencias a un centro hospitalario de referencia, porque en esa zona tardamos una hora en mandar con un helicóptero o una UVI móvil a un paciente. También cada verano se ha ido complicando más la situación, porque no hay personal sanitario suficiente para sustituciones y cobertura de vacaciones. Yo en 2012, hace ahora nueve años,  me bajé a trabajar a Salobre al quedar la plaza de médico libre en ese municipio y proponérmelo desde la Gerencia.

Trabajar como médico rural te aporta otras ventajas y satisfacciones porque la gente con la que tratas es muy sencilla y agradecida y suele ser muy obediente y cumplir con lo que le dice el médico o la enfermera. La cercanía y afinidad con ellos es completa y el respeto es mutuo, tanto es así que en 27 años que llevo en esa zona trabajando nunca he sufrido ni una agresión ni física ni verbal por parte de ningún paciente.

¿Si volviera a nacer volvería a trabajar en un centro de salud rural?

Sin dudarlo volvería a trabajar como médico rural porque la experiencia es muy positiva. Y si bien podría aguantar un año más trabajando como médico, pero el hecho de que no se cubran las sustituciones en Primaria y tener que doblar todas las semanas, además de otros cometidos que el cargo lleva aparejado, se me hace ya muy cuesta arriba. Por eso me jubilaré en octubre con 66 años cumplidos.

¿Cómo ve la quinta ola de la pandemia del coronavirus?

Ahora el virus es muy contagioso ,pero tiene menos carga viral y por tanto es menos letal. Está habiendo muchos rebrotes, pero ya nos pilla con una población bastante vacunada. Al principio nos pilló con el pie cambiado y evidentemente sin medios humanos ni material. Y con el miedo en el cuerpo porque no sabíamos a lo que nos enfrentábamos. Fue una locura.

Teniendo en cuenta lo que está pasando ahora, que personas que pasaron el virus y fueron vacunados hace siete meses se están infectando, como ocurre con los residentes de centros sociosanitarios, ¿es partidario de inyectar ya una tercera dosis a los más vulnerables?

Mi opinión personal es que se debería administrar esa tercera dosis, yo soy partidario de ello, y creo que finalmente así ocurrirá, porque los expertos dicen que a los 10 meses de la segunda dosis se pierde poder inmunitario. La tercera dosis es muy necesaria.

¿Se están haciendo bien las cosas para frenar la pandemia?

Ahora sí, hemos aprendido de los errores, pero en estos momentos se están haciendo bien las cosas. El problema es que el fin del estado de alarma desató los viajes y reuniones entre los jóvenes y adolescentes y eso unido a la entrada de la variante Delta ha complicado las cosas. Es cierto que muchas personas no cumplen las cuarentenas ni los períodos de aislamiento en caso de dar positivo a Covid o tener un contacto estrecho con un infectado, pero la responsabilidad es cosa de cada uno.