El turismo como elemento dinamizador, generador de riqueza y creador de empleo. En estas están los ayuntamientos con el programa de Inversión Territorial Integrada (ITI) que se financia en un 80% con fondos europeos para el desarrollo de las zonas rurales y con el 20% restante con presupuestos de Diputación y entidades locales.

Recientemente, el delegado de la Junta de Comunidades presentó a grosso modo el resultado de la ITI de 2020, que dejará en la provincia albacetense más de 10 millones de euros en lo que se ha considerado como ‘expresiones de interés’ o, lo que es más sencillo, en la consecución de un centenar de nuevos proyectos, que ya se han ejecutado o están en proceso en las áreas de comunicaciones por carretera, digitalización, infraestructuras educativas, recursos turísticos, eficiencia energética y residuos urbanos.

Mientras el mayor número de ayuntamientos aparece en la instalación de puntos de inclusión digital, hasta 38, no es esta partida ni mucho menos la más voluminosa en cuanto a inversión se refiere, aunque también resulta curioso que la mayor inversión, que supera los 3,6 millones de euros y se destinará a la gestión de residuos urbanos, tampoco sea la que ha aglutinado el mayor interés por parte de los gobiernos municipales.

Del balance presentado por la Delegación de la Junta de Comunidades en Albacete se desprende que las preferencias de la mayoría de ayuntamientos que han querido participar en esta convocatoria europea, dirigida, cabe recordar, a minorizar el éxodo de habitantes a las grandes ciudades, están relacionadas, de uno u otro modo, con el turismo, en la convicción de que este sector puede contribuir a afianzar la población, por tanto, combatir la España vaciada con la proliferación de recursos y facilitando la llegada de nuevos emprendedores que quieran potenciar la llegada de visitantes.

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