'Amor eterno' al circo

V.M.
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Mayte Olmedilla y la Banda Sinfónica presentan 'Everlasting Love' como gala previa al Festival Internacional de Circo

Un instante de los ensayos que se llevaron ayer a cabo en el Auditorio Municipal. - Foto: M.O.

La violista, actriz y productora teatral albacetense Mayte Olmedilla estrenará mañana (20 horas) en el Teatro Circo, un montaje propio, Everlasting Love (Amor eterno), espectáculo que constituye el preludio al Festival Internacional de Circo de Albacete, que tendrá lugar este año entre los días 6 de febrero al 1 de marzo.

Acompañada por la Banda Sinfónica Municipal, dirigida por Miguel Vidagany, y con el dramaturgo jienense Paco Gámez como maestro de ceremonias, la fundadora de la Compañía Funamviolistas, con la que con recibió el Premio Max de las Artes Escénicas, realizaba ayer los últimos ensayos junto a la agrupación en el Auditorio Municipal.

Olmedilla desvela que «se trata de un espectáculo protagonizado por una payasa que toca la viola y construye una historia a través de la música, números musicales que van desde Wagner hasta el grupo de rock Queen, para llegar al lado emocional del espectador».

El argumento gira en torno a una novia que se va a casar y espera a un novio que no termina de presentarse a la ceremonia, «todo ello tratado con mucho humor para reírnos un poco de esos dramas que a veces suceden en nuestras vidas y trasladar un mensaje que tiene que ver sobre todo con el amor propio, porque tenemos que aprender a querernos a nosotros mismos antes que demandar el amor de los demás».

«gesto y música». El montaje, de alrededor de una hora de duración, continúa con la línea marcada por la propia Mayte con su grupo Funamviolistas: crear historias originales a través del gesto y la música.

Dice su protagonista que pretende subrayar también la conexión entre música y circo, «porque tocar un instrumento como la viola también es una acrobacia en sí misma, de hecho hay números muy virtuosos, uno de ellos el Invierno de Vivaldi y un tema de Yann Tiersen, que técnicamente podrían igualar a un número de malabares, porque requiere de años de estudio y precisión, igual que otro número con unas copas de cristal con música de El cascanueces, ya que tardé meses en encontrarlas y afinarlas con agua».

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