Eran las tres y media de la tarde y la Plaza de Toros de Albacete estaba llena hasta la bandera de un público poco habitual en torno al coso: 10.000 niños y niñas de todas las edades, desde los que aún no caminan a los que hace mucho que peinan canas, esperaban expectantes y felices la llegada de Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar.
Sus Majestades no estaban muy lejos, a unos pocos centenares de metros, en el Ayuntamiento donde, con la ayuda de sus pajes, de varios trabajadores municipales y del alcalde, Vicente Casañ, recogían en el vestíbulo un quintal -sí, unos cuantos kilos- de cartas que los pequeños albacetenses habían dejado en un buzón habilitado a propósito en el vestíbulo de la sede de la Corporación local.
Mientras los Magos se hacían cargo de las 3.500 cartas, en la Plaza, los Pica-Pica comenzaban su espectáculo para amenizar la espera con canciones que abuelos, padres e hijos se sabían de memoria. Así, con las canciones de Nacho Bombín, Belén Pelo de Oro y Emi Bombón, se pasó casi de golpe la hora y media escasa que restaba hasta la llegada de los Reyes.
(Más información en la edición impresa)