Higueruela: el dinamismo de un pueblo

Ana Martínez
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Además de sus reconocidos caldos y de su parque eólico, Higueruela cuenta con una sociedad muy activa que lucha por la pervivencia del mundo rural

Iglesia parroquial de Santa Quiteria, patrona de Higueruela. - Foto: Rubén Serrallé

Dicen, y se sienten orgullosas de ello, que Higueruela es uno de los pueblos que más juventud conserva. No en vano, tiene hasta una Asociación Juvenil, llamada Stizerola 2001, que se encarga de organizar actividades puntuales en fiestas, Navidad, verano... Pero, además, la Universidad Popular interviene de forma predominante para dinamizar las tardes, con cursos de todo tipo para jóvenes y mayores, a lo que se une la programación cultural y deportiva del Ayuntamiento: «Reconozco que soy muy casera, que me gusta mucho mi pueblo, pero es cierto que aquí nadie se aburre», asegura María Martínez, una joven de 23 años, presidenta de la mencionada Asociación Juvenil que estudió en la Facultad de Educación de Albacete, periodo en el que siquiera abandonó el hogar familiar. 

«En pueblos como Higueruela no falta de nada, hay gimnasio, polideportivo, escuela infantil, el CRALos Molinos, que ahora tiene entre 65 y 70 alumnos», cuenta Noemí Sánchez, una bogarreña de nacimiento que lleva 11 años residiendo en Higueruela, donde dirije, junto a su marido, una empresa de transporte.

«Tenemos una instalaciones deportivas alucinantes», subraya María, que reconoce que a Higueruela le falta más gente joven que apueste por las zonas rurales, aunque también admite que para lograrlo habría que facilitar el emprendimiento, la creación de puestos de trabajo y el acceso a la vivienda.

Para estudiar Secundaria o Bachillerato, los alumnos de Higueruela tienen que trasladarse cada día al instituto de ESO de Alpera o a Albacete, un transporte que en ambos casos subvenciona el Ayuntamiento de Higueruela.

«Aquí hay trabajo en el campo y en los bares, de hecho, hay mucha gente que vive en Albacete y viene cada día a trabajar aquí», afirma Noemí. Sin embargo, a pesar de contar con todos los servicios básicos necesarios, Higueruela, como el resto de pueblos del medio rural, sigue perdiendo población: «Es un problema de conciliación», advierte Juana López, que considera que las zonas rurales están perdiendo vecinos desde que cerraron cuarteles de la Guardia Civil, instauraron la jornada educativa continua, lo que permite a los maestros volver a la capital, lo mismo que hacen los médicos: «Antiguamente, todos estos oficios vivían entre nosotros», lamenta.

De lo que más orgullosos se sienten estas cuatro higueruelanas es del albergue municipal para peregrinos que deciden realizar el Camino de Santiago por el Levante: «Viene muchísima gente, raro es el día que no vemos por aquí algún peregrino», afirma Josefa García. Ubicado en el antiguo ayuntamiento, el edificio comparte sede con la Banda de Música de Higueruela que, a su vez, cuenta con una banda joven y con la charanga Equipo A.

También destacan el Cerro de Santa Bárbara, donde acontecen las principales actividades de las fiestas de agosto, las conocidas como fiestas menores, ya que las más esperadas se organizan del 21 al 24 de mayo, festividad de su patrona Santa Quiteria. Sin desmerecer la tradicional celebración de Jueves Lardero, jornada en la es típico comer en el campo y elaborar brazos de gitano, y la romería dedicada a San Isidro Labrador, patrón de los agricultores, que se celebra cada 15 de mayo en el 80% de las localidades de la provincia de Albacete.

La iglesia parroquial bautizada bajo la advocación de Santa Quiteria destaca dentro del patrimonio de Higueruela. Se trata de una obra del académico Lorenzo Alonso Franco que fue construida a finales del siglo XVIII en estilo neoclásico. Las obras artísticas que se conservan en el templo son una imagen de San Antonio de Padua, obra de Roque López, que fuera discípulo de Salzillo, y una pequeña escultura gótico-renacentista de la patrona del municipio

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