Rocío, la testigo que salvó al recién nacido de Torrijos

J.M.
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Rocío Díaz descubrió al bebé abandonado en una caseta en Torrijos. «Solo pensaba: quédate aquí conmigo, calentito»

Rocío, la testigo que salvó al recién nacido de Torrijos - Foto: Yolanda Lancha

La providencia quiso que Rocío Díaz, en avanzado estado de gestación de su primer hijo, decidiera el martes hacer un esfuerzo extra y completar la vuelta habitual del paseo con los perros. Todo transcurría con normalidad hasta que vio a dos chicas en el camino de Caudilla, a las afueras de Torrijos. La joven de 26 años sospechó enseguida y se fijó en la bolsa que llevaban con una caja en el interior. «No me gustó la actitud de las chicas», explicaba ayer a este diario junto al Ayuntamiento. Uno de los canes olfateó a las chavalas  y al plástico. «Me quedé observándolas y vi que no iban a hacer nada hasta que yo no me alejara», relata la testigo, que mantenía una conversación escrita por teléfono con su hermana. Por entonces, no se imaginaba que descubriría a un recién nacido en esa caja de cartón.

Rocío, amante de los animales, barruntaba que las dos chavalas iban a dejar abandonado a un perro o a un gato. Con esa conjetura en la cabeza, manifestaba sus sospechas en la conversación con su hermana Alba. Vio que una se adentraba en el barbecho que antecede a una caseta en ruinas, a la vista desde las últimas viviendas de Torrijos y de unas naves industriales. Muy cerca de la A-40. Vio también que la otra entraba en la construcción, totalmente destartalada y provista en el exterior de un pozo abierto de unos 10 metros de profundidad. Y vio que ambas regresaban con la bolsa pero ya sin la caja.

Sin pensárselo, Rocío decidió saciar las sospechas. «Entré, pero no se oía nada. No se oía ni un llantito, nada, nada. Dije ‘no hay nada’. Pero miré para abajo y vi la manta gris que tapaba la caja. Vi un piquito de la caja. Quité la manta, que estaba empapada. Me asomé y vi la cabeza. Y cuando metí los dedos, se movió. No es un perro, es un bebé. Son microsegundos que se me hicieron eternos. Reacciona, que es un bebé», recuerda aún estremecida. Un estremecimiento que la mantuvo en vela aquella madrugada del martes al miércoles. Rocío daba vueltas esa noche de insomnio a los caprichos de la providencia. El día anterior no había dado esa vuelta por el camino. «Todo el mundo me daba la enhorabuena y no sabía el porqué», reconoce sobre esas horas posteriores de desazón.

Rocío informó a su hermana, pero ni recuerda la contestación. Llamó al 112 y dio el aviso perturbada por los nervios. «Le di cariño al bebé. Tenía la primera caquita, acababa de nacer. Me llenó enterita», explica Rocío, quien avisó a su pareja y llegó inmediatamente. Simultáneamente, los agentes de la Guardia Civil se personaron en el camino de Caudilla. Con el bebé en brazos, la joven montó en la patrulla en dirección al Centro de Salud.

«Me aseguré de que estaba vivo. Le di calor, me cogió el dedito como para querer mamar. Solamente pensaba: quédate aquí conmigo, calentito. No te me vayas», comenta esta técnica de emergencias de Ambulancias Finisterre, que resalta que fue providencial que se mantuviera al lado del bebé para proteger su salud.

«Si lo dejan en mitad de ese camino, la gente se lo encuentra porque ese camino es transitado, pero ahí (en la caseta) no va nadie», apunta. Ni a ella se le había ocurrido mirar alguna vez en el interior de esas ruinas.

 Rocío se ocupó de los primeros cuidados al bebé después de la revisión médica. La criatura permanece desde entonces hospitalizado en el Virgen de la Salud de Toledo, donde la joven tenía cita precisamente el miércoles por el embarazo. Preguntó por él, pero no le dieron información. Las autoridades sanitarias confirmaron a los medios que la criatura estaba en perfecto estado de salud.  La consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, señaló que el miércoles se ejecutó la medida de protección de tutela. La administración valora qué familia de urgencia es la más adecuada para cuando el niño reciba el alta.

«Quiero que ese niño crezca en una familia feliz que lo quiera. Con tener amor, lo va a tener todo», reflexiona Rocío.