Los trabajadores del Centro de Salud de Tobarra y de la Gerencia de Atención Integrada de Hellín (GAI) se vieron sorprendidos por los acontecimientos descubiertos hace unos días en los que se está involucrado un médico que trabajaba, desde hace cuatro años, atendiendo el servicio de urgencias, especialmente los fines de semana, y que también pasaba consulta en varias clínicas privadas de Albacete. Según la información a la que tuvo acceso La Tribuna de Albacete, los trabajadores del centro de Tobarra denunciaron, «todos a una», al referido médico, tras descubrir una de sus compañeras «que había instalado un equipo de grabación en el baño y vestuarios que utilizaban».
Y ello «pese a la sorpresa de todos, que no podían creerse que un profesional como él, al que consideraban muy buen compañero, fuera capaz de actuar de la manera que había estado haciendo».