Proponen que el medio rural sea lugar atractivo para vivir

J.A.J
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Representantes de grupos de acción local plantean ante la Comisión de Despoblación de las Cortes planes de acceso y rehabilitación de viviendas para atraer habitantes a estas zonas, junto con bonificaciones en impuestos y Seguridad Social.

Proponen que el medio rural sea lugar atractivo para vivir - Foto: CARMEN TOLDOS

Para frenar la despoblación, hay que conseguir que el medio rural sea un lugar atractivo para vivir. En ese mensaje tan simple de expresar pero complejo de llevar a la práctica insistieron los representantes de tres grupos de acción local que comparecieron ante la Comisión de Estudio del Pacto sobre la Despoblación de las Cortes de Castilla-La Mancha. Entre otras medidas, plantearon planes de acceso y rehabilitación de viviendas en los pueblos amenazados por el despoblamiento para atraer habitantes a estas zonas, junto con bonificaciones en impuestos y Seguridad Social.

Estas ideas las defendieron los representantes de los grupos comarcales de Campo de Montiel, José Antonio Talavera; de Alcarria conquense, Vicente Caballero; y de Sierra de Segura, Cortes Buencía. Falto a su  comparecencia prevista el Vocal del Grupo de Acción Local Prodese y alcalde de la conquense Salvacañete, Vicente Garrido, por motivos personales.

El más conciso en sus planteamientos fue precisamente Talavera. El representante de la asociación comarcal ciudadrealeña que agrupa a los municipios de los campos de Montiel y Calatrava planteó una estrategia de lucha contra la despoblación que tenga en cuenta cuatro pilares: industrialización, aprovechamiento del agua, infraestructuras de movilidad y servicios, y mujer.

Sobre las ventajas de industrializar el medio rural, bajo la premisa de que la industria crea riqueza y fija población, propuso abordar una «industria rural sostenible», sobre las bases de la agroalimentación, la diversificación de actividades y el turismo. Así, animó a aprovechar las potencialidades de la agricultura de su zona para ir más allá de los graneles de vino y aceite, con productos variados que saquen el máximo partido de estas producciones, como los aceites medicinales. También animó a profundizar en el turismo rural y recuperar actividades perdidas como la industria textil y del mueble.

Talavera también llamó a asegurar los suministros de agua, tanto para consumo humano como para regadíos. Y en comunicaciones, además de mejorar carreteras y potenciar el taxi rural, llamó a mejorar el servicio de internet disponible en los pueblos. En el caso de la mujer, defendió su fijación junto con ayudas al cuidado de hijos como las existentes en los países nórdicos o en Canadá.

El representante ciudadrealeño fue el que abrió el camino de reclamar la mejora de las condiciones de vida en el medio rural para captar nuevos habitantes. Así, planteó ayudas para la rehabilitación de viviendas vacías para su venta o alquiler para nuevos vecinos, o bonificaciones a negocios y hostelería que presten servicio en el medio rural. Incluso, planteó mejoras en una futura jubilación, rebajas de IRPF de hasta el 50%, pluses salariales y  otras bonificaciones para los trabajadores por cuenta propia o ajena que elijan el medio rural para establecerse.

Un urbanismo a medida de los pueblos. 

El representante de la asociación comarcal de la Alcarria conquense se sumó también a la puesta en marcha de planes que puedan dar respuesta al acceso de vivienda si se quiere captar nuevos vecinos en el medio rural. Vicente Caballero señaló que existe «una importante cantidad de viviendas en los pueblos listas para rehabilitar y ofertar a pobladores».

Caballero unió las actuaciones en vivienda a una petición recurrente de los grupos comarcales de desarrollo rural en la Comisión, la de que se diseñe una legislación urbanística a medida de las necesidades de los pueblos.

En este ámbito, reclamó que se facilite la instalación de empresas y viviendas con una flexibilización de las normas urbanísticas, cuyo cumplimiento escapan a las capacidades de los pequeños ayuntamientos.

Otra cuestión en la que el responsable de la Alcarria conquense incidió fue la de la necesidad de ventajas fiscales para empresas y vecinos del medio rural para reconocer su esfuerzo por mantenerse en el mismo.

 

¿Cómo dar servicios desde un ayuntamiento cuando la deuda duplica el presupuesto anual?

La última responsable en comparecer ante la Comisión de Estudio de un Pacto sobre la Despoblación fue Cortes Buencía. La representante de la asociación comarcal de la albaceteña Sierra del Segura, insistió en la necesidad de un amplio catálogo de medidas de discriminación positiva para recuperar población en comarcas como la suya. Pero, sobre todo, insistió en la necesidad de actuar ya frente al despoblamiento apoyando a ayuntamientos, que están sufriendo ya serios problemas económicos para mantener servicios en extensos términos municipales con poca población para aportar tributos.

Para ello, se puso a sí misma como ejemplo, como alcaldesa de Yeste, población de unos 2.600 habitantes. Buencía describió el duro baño de realidad que le supuso llegar a la Alcaldía y descubrir que su pueblo tenía una deuda de unos siete millones de euros, cuando su presupuesto anual ronda los tres millones. Y señaló que este endeudamiento, en gran medida, obedece al mantenimiento de servicios.

De manera cruda, Buencía explicó que a su ayuntamiento le sería rentable el cierre de servicios como el colegio, por el coste del gasóleo en invierno, o el centro de mayores.  «Pero, aunque no tengo dinero, quiero mantenerlo» añadió, y aseguró que seguirá luchando por estos servicios, aunque espera en el futuro mayores facilidades para que pueblos como el suyo puedan sostenerse dignamente sin comprometer sus finanzas locales.