La tasa de ninis baja a los niveles de antes de la crisis

EFE
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El descenso de personas que ni estudian ni trabajan se debe principalmente a la caída del paro entre los jóvenes y ello demuestra que se trata de un concepto "económico y no educativo", situándose la cifra actual en el 12,4 por ciento

El porcentaje de ninis en España (jóvenes entre 15 y 24 años que ni estudian ni trabajan) se situó en el 12,4 por ciento en 2018, cifra similar a la del año 2000, después de los fuertes crecimientos registrados en los años de la crisis económica, cuando se llegó al 18,6 por ciento.

Lo destaca el informe Indicadores comentados sobre el estado del sistema educativo español 2019 presentado hoy por las fundaciones Ramón Areces y Sociedad y Educación, donde se ha asegurado que la bajada de ninis se debe principalmente al descenso del paro entre los jóvenes y ello demuestra que se trata de un concepto "económico y no educativo". "La cuestión de los ninis se reduce a la cuestión del paro, no a un problema de educación sino de economía", ha criticado el catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, Julio Carabaña, para quien el indicador nini es "perverso" y "despreciativo".

Según Carabaña, los ninis son "un colectivo artificial creado por la UE para repartirse los dineros" y es un concepto que "ningún científico se toma en serio".

Ha opinado que hablar de ninis o neet (término nacido en los años noventa en Reino Unido) es hacerlo de un concepto que "desprecia la voluntad de los jóvenes" y engloba también a personas que, por ejemplo, hacen labores domésticas y no se cuenta como trabajo o incluso a gente enferma que no puede estudiar o trabajar.

Este experto ha insistido en "la explicación política" detrás de los ninis que llevó a que se crearon los fondos de programas de garantía juvenil y luego los planes equivalente para cada país. Además, cree que había una razón "moral", la de "corregir las malas decisiones de los jóvenes", ha criticado.

Según el informe, en el año 2000 había un 12,1 por ciento de jóvenes entre 15 y 24 años que ni estudiaban ni trabajaban, porcentaje que fue subiendo hasta alcanzar los 18,6  por ciento en 2012 y 2013 para después descender hasta 2018, con el 12,4 por ciento.

Carabaña ha distinguido entre los jóvenes que solo estudian, los que estudian y trabajan, solo trabajan, están parados (buscan empleo) e inactivos (no lo buscan), que en 2018 tenían los siguientes porcentajes: 65,9 por ciento, 7,7 por ciento, 14 por ciento, 7,2 por ciento y 5,2 por ciento, respectivamente.

El pasado mes de febrero, el Ministerio de Educación, informó de que el 15,3 por ciento de los jóvenes de 15 a 29 años no estudiaba ni trabajaba en 2018, una cifra inferior en 1,1 puntos a la del año anterior y en 7,1 puntos a la de 2013.

Por su lado, el catedrático de Economía del Instituto de Empresa y de la Universidad San Pablo CEU, Rafael Pampillón, ha alertado de que un menor nivel de formación provoca menos facilidad de acceso al trabajo y colocaciones más expuestas a los periodos de crisis. "Tenemos un bajo nivel de formación que repercute en bajos niveles de productividad y en menor crecimiento económico del que podríamos tener", ha aseverado.

El informe ha avanzado que respecto al cumplimiento de los objetivos 2020, España está por encima de los señalados para la población de 30 a 34 años titulada en Educación Superior (40 por ciento el objetivo europeo y 42,4 por ciento en nuestro país) y para la escolarización en infantil (97,3 por ciento, con un objetivo europeo del 95 por ciento).

Sin embargo, no parece que alcancemos los referentes al abandono educativo (17,9 por ciento, a 7,9 puntos porcentuales del objetivo), a la tasa de empleo de los recién graduados (71,89 por ciento, a 10 puntos) y a la participación en aprendizaje permanente (9,9 por ciento, a 5,1 puntos).