El chelista albacetense Francisco Javier González Navarro prosigue a sus 27 años una prometedora trayectoria artística en el Reino Unido, país donde lleva a cabo un máster con la London Symphony Orchestra y que compagina con recitales en distintas salas de concierto de Gran Bretaña, así como en nuestro país, no en vano en el verano de 2019 tocaba en el Centro Cultural La Asunción de Albacete como colofón a varias clases magistrales.
«El curso que estoy haciendo -apunta el joven músico- es un Artist Diploma, máxima licenciatura (justo debajo del doctorado) en Artes Escénicas aquí en el Reino Unido. Lo curso en el Royal College of Music de Londres, con dos becas que suman la matrícula completa y un poco más: Dr Laing Foundation y Covid-19 Hardship Foundation».
González Navarro explica a La Tribuna de Albacete que «después de estudiar en Guildhall School of Music and Drama con Rebecca Gilliver, chello principal de la London Symphony Orchestra, ahora se forma con Catherine Rimer y Richard Tunnincliffe, principal y cooprincipal en la Orchestra of the Age of Enligtenment y con varios integrantes del grupo Florilegium y maestros invitados como David Watkin».
proyectos. «Aparte de desarrollar mis intereses por la música de cámara y la orquesta de cámara -prosigue- también estoy preparando tres conciertos de Luigi Boccherini (el afamado compositor y violonchelista italiano del siglo XVIII afincado en la Corte española de Carlos III- para tocar con, dúo, quinteto con guitarra y orquesta de cuerdas».
Una de las oportunidades que el centro docente brinda a sus alumnos es poder tocar con instrumentos históricos de una sonoridad y calidad realmente notables, en su caso tiene varios prestados: un chelo barroco W. Thornhill cedido por Anita Stevens, otro del círculo T. Kennedy de 1920 y un piccolo W. Candle, ambos cedidos por el Royal College of Music, un arco romántico, otro clásico y otro barroco hechos y cedidos por Verena Sachauer.
una pieza única. Francisco Javier González comenta que «además tengo el honor de tocar un W. Foster III, el número 22, un chelo inglés del año 1804 elaborado por una familia de luthiers que duró cuatro generaciones y es uno de los mejores instrumentos nunca hechos en Inglaterra. Su sonido es noble, elocuente, poderoso, amable y simplemente único. Este maravilloso instrumento pertenece a la Colección del Museo del Royal College of Music y, como curiosidad, cabe apuntar que con él aprendió a tocar el mismísimo príncipe de Gales, Carlos de Inglaterra». Desvela que se lo cedieron a finales del pasado año para su debut como solista en el recién estrenado Performance Hall del Royal College, recogiéndolo justo el día de antes del prestigioso y conocidísimo luthier Gustav Leonhard.
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