Los alrededor de 300 vecinos de la pedanía hellinera de Mingogil han vuelto a la normalidad, con precaución, tras pasar una noche "casi de infarto" a causa del confinamiento domiciliario que tuvieron que sufrir en la madrugada del domingo por las proximidades del incendio y, especialmente por el humo, que llegó con intensidad. Además han sido varios los agricultores de la zona los que han visto perder sus cosechas de almendros, vid, olivar, y las instalaciones e invernaderos de hortalizas, por el fuego o las altas temperaturas, e incluso han perdido infraestructuras de riego, según explica el concejal de Agricultura, Agua y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Hellín, Julián Martínez Lizán.