El Covid acelera el descenso de las matanzas domiciliarias

Ana PObes
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La tendencia ha sido decreciente en los últimos ocho años y se prevé que esta temporada se reduzcan al mínimo

El Covid acelera el descenso de las matanzas domiciliaris - Foto: Tomás Fernández de Moya


Las matanzas domiciliarias llevan años agonizando y las expectativas para esta temporada no son nada halagüeñas. La llegada del COVID-19 se ha convertido en un obstáculo más en las decadentes matanzas domiciliarias y ha ayudado a profundizar aún más ese retroceso, ya que se prevé que esta temporada se vean reducidas a la mínima expresión por los efectos de la pandemia.

Las restricciones sobre el número de personas que pueden juntarse, el uso de la mascarilla, las limitaciones de movilidad y el miedo de la población en general a los contagios auguran una campaña con muy pocos sacrificios y por lo tanto, un descenso mayor aún del que se venía sumando año tras año.  Y es que, esta tradición rural decae cada temporada. Muestra de ello, es que en Ciudad Real se ha producido un descenso del 90% en los últimos ocho años, y  el coronavirus hace temer que pocas matanzas se realizarán este invierno, por lo que se prevé que en pocos años se convierta en «una actividad residual como ya ocurre en Albacete, Cuenca y Guadalajara», según explica la Dirección General de Salud Pública en el informe de la temporada 2019-20, donde en Ciudad Real sólo se registraron 120 matanzas de este tipo frente a las 1.241 de 2012-2013. Mientras, en Toledo se sigue manteniendo como una actividad importante con 673 en la pasada campaña, en Albacete solo se registraron cinco, 39 en Cuenca y 17 en Guadalajara.  

La evolución de la inspección de cerdos en matanzas domiciliarias  durante las últimas ocho temporadas ha sido claramente descendente presentando un descenso casi constante, según se desprende del informe, y el coronavirus ha acelerará su ocaso. Así lo corrobora también el presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Ciudad Real, José Ramón Caballero, quien, en declaraciones a La Tribuna, ya da por hecho que este ritual de sacrificar al cerdo en casa se reducirá considerablemente esta temporada dada la necesidad de reducir al máximo el número de personas asistentes para evitar posibles brotes de COVID-19 entre una población, la rural, envejecida.

El Covid acelera el descenso de las matanzas domiciliarisEl Covid acelera el descenso de las matanzas domiciliaris - Foto: Tomás Fernández de Moya

Antes, continúa diciendo, era una actividad social y en condiciones normales se podían juntar  cuatro o seis núcleos familiares distintos pero la llegada del coronavirus ha complicado aún más esta tradición y no es aconsejable que los jóvenes se junten con los mayores para evitar posibles contagios», lamenta al tiempo en el que confía que en los próximos años esta costumbre recupere su esplendor. «No creo que se vaya al nivel de hace diez años porque se ha visto que la curva va hacia abajo pero no creo que desaparezca».   

Cada año, en Carrión de Calatrava, cientos de personas se reúnen en torno al cerdo. Este año, «no va a ser posible», lamenta su alcalde, Dionisio Moreno. «La situación no lo aconseja, ya que era una actividad en la que participaban todas las asociaciones locales y acudían muchos vecinos, por lo que de momento se ha acordado aplazarla para el próximo año», argumenta. El Ayuntamiento «no está por la labor de realizar esta fiesta ante la situación que atraviesa la provincia con la llegada del COVID, donde no caben este tipo de celebraciones. Ni nos lo planteamos», insiste.

Y es que, a las cien personas que se juntaban para embuchar, cortar la carne y hacer las habichuelas, hay que sumar a todos aquellos que se acercaban a comer lo que sabía elaborado, por lo que fácilmente en un mismo lugar podían llegar a reunirse unas 500 personas, una cifra que en estas fechas, y con el COVID como protagonista, es «implanteable». El carnicero, recuerda, llevaba las partes del cerdo despiezadas y se realizaba también actividades didácticas con los más pequeños para enseñarles esta tradición y qué partes son las que componen el cerdo. «Hace muchos años que la gente particular ya no hace la matanza como a la antigua usanza, pero sí compra la carne y hace sus propios chorizos y morcillas», puntualiza Moreno.

Ante la situación que vive España con el coronavirus, las autoridades aconsejan que el lugar de celebración sea, a ser posible, al aire libre o en locales con espacio para poder mantener la distancia social y una buena ventilación. Y siempre con el uso de la mascarilla.