"La única vez que sentí miedo fue en Mugello"

Agencias
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Marc Márquez, seis veces campeón del mundo de MotoGP, recuerda su caída en Italia en 2013 y asegura que hay que arriesgar cuando se compite al máximo nivel

"La única vez que sentí miedo fue en Mugello"

Marc Márquez se ha convertido en el dominador de MotoGP en los últimos años con seis títulos mundiales. El jefe de filas de Repsol Honda no ha encontrado rival. Ni Rossi ni Dovizioso ni Lorenzo ni Viñales han sido capaces de hacer abdicar al rey de la categoría reina. Sin embargo, incluso el campeón de campeones reconoce haber sentido miedo encima de la moto y asegura que existe el riesgo cuando la exigencia es máxima.

«El equilibro entre riesgo y recompensa es difícil. Si no hay riesgo no hay recompensa, y si quieres que la recompensa sea mayor que la de los demás tienes que asumir más riesgos (...) Buscar el límite es lo que busca la gente y esa es mi mentalidad, mi ADN», explicó el corredor catalán en un reportaje ofrecido por la plataforma digital DAZN.

Repasando los momentos más peliagudos de su carrera, el campeón mundial de MotoGP recordó la caída que más le «marcó» fue la que sufrió hace siete años en el circuito italiano de Mugello, ya que iba «iba a 300 kilómetros por hora contra un muro».

«En décimas de segundo decidí tirarme de la moto, por suerte. Es la única vez que he salido en camilla y fue la única vez que sentí miedo. Dolió bastante y tuve miedo porque estaba consciente y sabía que podía pasarme algo muy grave. Esa caída me condicionó todo el fin de semana; no podía pasar a fondo por ese mismo sitio. Por suerte, una vez en la carrera se me olvidó», rememoró.

Intentando rescatar el lado positivo, Márquez subrayó que caerse mucho no es bueno, pero ayuda a tener experiencia: «Ya tengo el vicio de encoger el cuerpo y sujetarme los hombros, te preparas ya para la caída, deslizar bien y llegar a la grava con los pies arriba. Las caídas no se entrenan, pero si te caes mucho, al final lo tienes medio entrenado», analizó.

Infancia temeraria

«Con 11 años ya iba a 220 kilómetros por hora subido a una moto de 125. Lo piensas fríamente y es temerario, sí, es un niño de 11 años», recordó el catalán sobre sus primeros pasos en la competición, reconociendo los «sacrificios increíbles e impagables» que ha hecho su madre para ayudarle en su exitosa carrera.

«Soy muy consciente de lo que se ha sacrificado, todo lo que ha tenido que trabajar, todas las horas extra, y a todo lo que ha dicho que no para los niños. Por suerte, ha dado su recompensa y ahora nos dedicamos a lo que nos gusta, pero sé que, si nos hubiésemos quedado por el camino, nos querría igual», recalcó citando también a su hermano Álex, su nuevo compañero en el equipo Repsol Honda.