El lastre con el que Alejandro Menéndez cogió al Albacete Balompié era muy grande. La mochila estaba bien cargada, como señaló el mismo técnico a este diario hace algunas fechas. Pero la cara le ha cambiado al enfermo a base de puntos.
Más allá de merecimientos, juego o incluso una cierta dosis de fortuna, lo cierto es que Alba se encuentra en una excelente racha de resultados, que hacía tiempo que no se veía en el conjunto manchego y que le ha servido, al menos, para abandonar el farolillo rojo de la clasificación.
Obviamente, todavía queda mucho camino por recorrer, pero al menos el equipo compite, algo que ciertamente no se veía en las últimas jornadas con López Garai en el banquillo. Menéndez ha limpiado la cabeza de los jugadores, que poco a poco van mostrando su mejor versión y eso favorece al rendimiento colectivo.

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