El Albacete quedó apeado de la Copa del Rey ante un Cádiz que fue práctico y que solo generó peligro a balón parado. El partido fue mucho más nivelado de lo que se podía esperar por la diferencia de categoría, pero mientras el Alba adoleció de capacidad para generar las acciones ofensivas con las que domina los partidos en el Belmonte, el Cádiz se limitó a aprovechar sus acciones a balón parado para generar peligro y lograr el gol que le valió para pasar de ronda.

Rubén de la Barrera realizó mucho cambios y el equipo se resintió, sobre todo el ataque, aunque nada más empezar Arasa estrelló un balón en el palo. El Cádiz no había aparecido hasta que en el minuto 20 el rumano Andone cabeceó a la salida de un córner para hacer el 0-1.

Poco peligro llegó por parte de un Albacete, que pudo encajar el segundo en una falta en el tiempo añadido, pero aunque marcó Akapo el colegiado señaló fuera de juego.

En la segunda parte el Albacete lo intentó, pero el Cádiz se defendió bien y apenas tuvo que trabajar el guardameta David Gil, todo lo contrario que Rosic, que en cada acción parada tenía que intervenir, la más clara un remate de Chapela ya en la recta final del choque.

El Cádiz hizo todo lo posible por perder tiempo, con el beneplácito de un colegiado que tenía claro quién era el equipo de Primera, y el equipo andaluz rompió la imbatibilidad del Albacete en el Belmonte para seguir adelante en la Copa y dejar en la cuneta al equipo manchego.